domingo, 30 de noviembre de 2025

 


Una nueva vista del concierto del Ensamble Concentus, en este caso la aportada por la autora del presente comentario.


Gran cierre del ciclo Conciertos del Mediodía en el Palacio Sarmiento


A BUEN ENTENDEDOR, POCAS PALABRAS


Martha CORA ELISEHT


No es casual que el refrán que forma parte del título de esta nota sea

precisamente la dedicatoria que Franz Joseph Haydn escribió al Príncipe Esterházy al

principio de la partitura de su Sinfonía n°45 en Fa sostenido menor (“Los adioses”),

que formó parte del programa del concierto de cierre del Ciclo “Conciertos del

Mediodía” organizado por el Mozarteum Argentino en la Sala Argentina del Centro

Cultural Palacio Domingo F. Sarmiento. Dicho concierto tuvo lugar el pasado miércoles

26 del corriente, donde participó el Ensamble CONCENTUS bajo la dirección de

Ricardo Sciammarella para interpretar las siguientes obras:

- Sinfonía n°29 en La mayor, K.201- Wolfgang A. MOZART (1756-1791)

- Sinfonía n°45 en Fa sostenido menor, Hob.I:45 (“Los adioses”)- Franz

Joseph HAYDN (1732-1809)

Fundado en 2019 por un prestigioso grupo de músicos argentinos bajo la

dirección de Ricardo Sciammarella, el Ensamble CONCENTUS es el primer conjunto

orquestal argentino con carácter historicista dedicado a la interpretación de la música

clásica y romántica europea y sudamericana. Sus integrantes provienen de todo el país y

son especialistas en la ejecución de instrumentos de época, lo que se traduce en

interpretaciones de alta calidad. Durante 2021 se presentó en las salas de conciertos más

importantes del país y tuvo a su cargo el estreno de la obra integral para orquesta del

compositor vasco Juan Crisóstomo de Arriaga en 2023 en el Salón Dorado del Colón.

Durante 2024 presentó el ciclo “Románticos y revolucionarios” en el Teatro Avenida en

cooperación con Betty Gambartes, donde participaron figuras de la talla de Pablo

Saraví, Lina Tur Bonnet, Alejandra Malvino y Víctor Torres, entre otros. Asimismo, se

presentó durante el transcurso de ese mismo año por primera vez en Uruguay, con gran

éxito de público y crítica.

Durante el presente concierto, el ensamble adoptó la tradicional formación de

cámara -violines y violas de pie y el resto de los integrantes, sentados- guiados por el

concertino Fabricio Zanella hasta que Ricardo Sciammarella se presentó sobre el

escenario para tomar su lugar en el podio y dar inicio al concierto.

La Sinfonía n°29 en La mayor es una obra que cada vez se toca más asiduamente

y marca la madurez de Mozart como compositor de este género -pese a que sólo tenía

18 años cuando la escribió-. Sus cuatro movimientos (Allegro moderato/ Andante/

Menuetto- Allegretto- Trío/ Allegro con spirito) ofrecen una mayor amplitud al

tratamiento de la orquesta, con texturas más complejas en las cuerdas y mayor presencia

de los instrumentos de viento, entrelazando dos temas bien definidos en el 1°

movimiento (Allegro moderato), mientras que el Andante se caracteriza por gran

variedad de articulaciones. El Menuetto se distingue por su énfasis en ritmos y por el

diálogo entre los instrumentos de cuerdas y vientos para desembocar en el poderoso


Allegro con spirito final. La presente versión se caracterizó por estar muy bien

temperada y afinada, con ese sonido cristalino y diáfano típicamente mozartiano. El

hecho de ser interpretada con criterio historicista le aporta un valor agregado mediante

un sonido de época perfectamente equilibrado. El numeroso público que se dio cita en la

Sala Argentina respondió positivamente con un aplauso cálido y sostenido.

En Octubre de 1772 y, debido a la gestión del Príncipe Esterházy para comprar

dos accesorios que permitieron bajar un semitono más a los cornos, Haydn emprendió la

difícil tarea de componer una sinfonía en Fa sostenido menor -una tonalidad

completamente atípica para dicha época-, ya que la afinación de los cornos en Do y Sol

lo permitía mediante el agregado de estos adminículos. Posee 4 movimientos (llegro

assai/ Adagio/ Minuet. Allegretto- Trío y Finale: Presto- Adagio. Precisamente, la otra

particularidad que posee la Sinfonía n°45, Hob. I:45 (“Los adioses”) es la culminación

del movimiento final con un Adagio - que se va desvaneciendo paulatinamente- en vez

de un presto. El nombre “los adioses” no sólo se refiere a un fin cercano, sino a una

situación particular vivida por los músicos de la corte durante el verano. La estadía

estival de la corte de Esterházy en el palacio de Eisenstadt se había prolongado mucho

más de la cuenta y los músicos estaban ansiosos por regresar a sus hogares. Esto inspiró

a Haydn a trasladar el mensaje de sus dirigidos a la música en sí. En el movimiento final

(presto en Fa sostenido menor), Haydn interrumpió la obra e insertó un adagio en modo

mayor, donde los músicos se fueron retirando gradual y paulatinamente tras apagar las

velas de sus atriles. Sólo quedaron el concertino Luigi Tomasini y el propio Haydn. En

la presente versión, la interpretación fue estupenda: no sólo por el profesionalismo de

los integrantes del ensamble, sino por la concepción y el enfoque temático acordes al

título de la sinfonía. Tras un brevísimo 3° movimiento, el presto del movimiento final

tuvo un muy buen ataque seguido por la breve interrupción previa al inicio del adagio,

donde los músicos se fueron retirando hasta que sólo quedaron el concertino y el solista

de viola. El público aplaudió y vitoreó a rabiar, lo que motivó a Sciammarella a realizar

un encore: el Final: presto de la Sinfonía n°49 en Fa menor de Haydn, que sonó muy

melódico y concentrado. Una nueva ovación para los intérpretes y un final de ciclo al

mejor estilo del Mozarteum: interpretación de alta calidad y gran jerarquía por la mejor

agrupación con criterio historicista del país.

No hay comentarios:

Publicar un comentario