GLORIOSA
Orquesta Sinfonica
Nacional, Director: Francisco Rettig. Solistas: Marcelo Balat (Piano), Thomas
Bloch (Ondas Martenot). Programa: Olivoer Messiaen: Sinfonia
"Turangalila", para Piano, Ondas Martenot y Orquesta. CCK-Sala
Sinfonica, 02 de Junio de 2017.
A veinte años de presenciar el
estreno absoluto argentino de esta obra por la misma Orquesta y el mismo
Director y mas alla del crecimiento que uno mismo registra en materia auditiva,
puedo asegurar que Rettig ha mostrado un formidable avance como interprete de
este repertorio, la Sinfonica Nacional actual esta mucho mas asentada que en la
version anterior y los dos solistas de este concierto fueron decididamente
formidables. La de Messiaen es una partitura que sin dudas marco una bisagra en
materia creativa al promediar la primera mitad del siglo pasado. Turangalila,
expresion sanscrita que es casi una exaltacion del amor. Tiene un tratamiento musical que nitidamente
la diferencia de Schoenberg, Berg, Webern y toda la segunda Escuela de Viena.
Tambien con Stravinsky y el neo-clasicismo y los impresionistas, para
adelantrse en el tiempo a los luego sobrevendrian: Berio, Nono, Stockhausen,
Lygeti. el empleo de las Ondas Martenot, casi un adelanto de las posteriores
experiencias de laboratorio o las Electroacusticas, el trabajo con elementos
tomados no solo de la India sino que hasta del Folcklore de America o las citas
a un icono de todos los compositores de vanguardia como lo es "Tristan e
Isolda" de Wagner, los que se ven reflejados en esta composicion de diez
movimientos con una separacion mas extensa entre el quinto y el sexto. La
amplisima bateria de percusion, con intervenciones casi permanentes que van
desde el tam-tam (o Gong) hasta maracas, pasando por platillos, bombo, timbal,
tambor, campanas tubulares, cajas, cocos. Metales que estan reforzados (Cinco
trompetas, cinco cornos). Extensas secciones de cuerdas y vientos por tres.
Toda esta imponente masa al servicio de este gigantesco trabajo, que tuvo en
Marcelo Balat a un imponente solista de Piano, muy seguro, con tecnica
impecable y con ajustadas intervenciones y en Thomas Bloch a un extraordinario
interprete de las Ondas Martenot, las que pudieron ser apreciadas en toda la
dimension que la obra requiere. Francisco Rettig logro un verdadero "Capolavoro",
obteniendo de la Sinfonica Nacional un rendimiento superlativo y haciendo que
este trabajo perdure en el tiempo y en Ntra. memoria, a no dudarlo.
Donato Decina
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