viernes, 30 de marzo de 2018


UN PRE-ANUNCIO DE LOGROS MAYORES

“Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación”, Director: Sebastiano de Filippi. Solistas: Oriana Favaro (Soprano), Graciela Oddone (Soprano), Mariana Rewerski (Mezzosoprano), Osvaldo Ledesma (Tenor), Gustavo Gibert (Barítono), María Inés Natalucci (Organo), Ensamble Vocal Nubia, Ensamble Vocal Elí, Director de ambos conjuntos: Pablo Zartmann. Programa: Obras de Gilardi, Palmeri y Häendel. Palacio del Congreso Nacional (Salón de los Pasos Perdidos), 26 de Marzo de 2018.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  Iniciando su quinta temporada consecutiva de conciertos en los diferentes salones del Edificio del Congreso Nacional, la agrupación musical del Poder Legislativo se presentó con un interesantísimo programa que marca una vez mas el compromiso con el público y el esfuerzo permanente del Director y todos sus jóvenes integrantes por presentar un nivel de excelencia en cada concierto.

  En el inicio mismo de la Semana Santa fueron ofrecidas obras de tres creadores, dos de ellos argentinos y el otro un gigante universal, con el aditamento de que en la mayoría de las presentaciones la creación argentina de cualquier época está presente en los atriles. Sumado a ello, la participación de relevantes figuras vocales de Ntro. Medio, algunas con amplísima experiencia en el repertorio ofrecido, mas el aporte como Organista de una reconocidísima preparadora lírica y dos ensambles manejados sabiamente por un muy buen Director Coral, aumentaron mas el interés de una concurrencia que desbordó el Célebre “Salón de los Pasos Perdidos” hasta ocupar los pasillos laterales con público de pie.

  En el comienzo, el Director De Filippi anunció que esta presentación marcaba la despedida del guía de segundos violines Emilio Díaz Garat, quien tras catorce años de desempeño en la agrupación se alejaba del conjunto tras ganar por concurso un cargo titular en la Orquesta Sinfónica Municipal de General Pueyrredón (Mar del Plata). Tras la consabida ovación al instrumentista y luego de un breve silencio para superar las intensas emociones, la música nos deparó la primera sorpresa del atardecer, “Mística” para cuerdas y órgano de Gilardo Gilardi, el gran compositor de comienzos de siglo veinte, integrante de una corriente renovadora de raigambre nacional. Se trata de una obra de inocultable estilo post-romántico con un tratamiento melódico interesantísimo y de momentos reflexivos y reconcentrados, breve, concisa  y muy efectiva. Prácticamente desconocida para la mayoría del público actual, fue un acierto su programación.

  Luego otra obra Argentina de un  creador actual,  reconocido no solo en Ntro. Medio, sino en importantes plazas del mundo: Martín Palmeri. Compositor, Director de Orquesta, Director de Coro, su “Misa Tango” ha sido interpretada en Europa (Francia, Austria) con notable éxito. Se trata de un “Ave María” de sencilla melodía y de escritura para el lucimiento de la voz tenoril. Osvaldo Ledesma fue quien tuvo a su cargo esa parte solista y salió airoso del desafío, exhibiendo grato timbre, voz bien colocada y mucho oficio en el decir. La Orquesta y el órgano brindaron un magnífico acompañamiento y el resultado fue de un impacto certero para el público.

  La primera parte culminó con un  Recitativo y Aria de “El Mesías” de Häendel, “For Behold. The People That Walked in Darkness"”(La gente que camina en la oscuridad). Y aquí el oficio y la sabiduría en el decir de Gustavo Gibert se hicieron notorios para obtener una versión digna del mayor encomio, poniéndole el clima justo al comienzo de esta, la mayor semana para la cristiandad.

  Tras un brevísimo intervalo, que permitió acomodar a todas las fuerzas que intervendrían en la obra de fondo, tuvimos la magnífica posibilidad de escuchar el “Dixit Dominus” del catálogo HWV 232 para solistas, coro, órgano y orquesta de un jovencísimo Häendel de ¡Veintiun años!, quien la compuso en Roma a pedido de la celebérrima familia Colonna, mecenas importantísimos de la época. La versión escuchada fue sencillamente estupenda a partir de la solidez del conjunto orquestal, el firme sostén dado por María Inés Natalucci desde el órgano,  el aporte vocal coral de los Ensambles “Vocal Nubia” y “Vocal Eli”, muy bien preparados por Pablo Zartmann, quienes brindaron una emisión muy homogénea, ajustada, logrando un sonido magnífico. Cinco solistas de excepción dieron marco vocal a las comprometidas partes solistas, partiendo de la frescura en la voz y el gratísimo tímbre de Oriana Favaro, quien se movió con absoluta comodidad en su tesitura, la inmensa experiencia en este repertorio para Graciela Oddone y Mariana Rewerski, verdaderas especialistas para esta obra, una vez mas la sapiencia de Gibert y el grato timbre de Ledesma. De Filippi condujo a todas las fuerzas con pulso firme, gran pericia y notable sentido del “tempi” interpretativo. Una vez mas salimos del Congreso plenamente satisfechos, la música se impuso defintivamente. La programación que se irá abordando abarcará momentos de sumo interés. Se recomienda estar atentos y no dejar de concurrir.

Donato Decina

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