Peligra la cultura
nacional por inoperancia e ineficiencia de los funcionarios a cargo
DOSSIER
UNA EPIDEMIA MÁS PELIGROSA QUE LA COVID
Martha CORA ELISEHT
En los últimos tiempos, las declaraciones a la prensa por
parte de numerosos funcionarios públicos a cargo de los diferentes organismos
de cultura del país -ya sean Ministros o Secretarios- no sólo han puesto en
tela de juicio la labor que los mismos desempeñan, sino que también -en muchos
casos- han puesto en peligro la continuidad de los mismos o amenazan con
bloquearlos o disolverlos. Y esto no sólo es una grave pérdida del patrimonio
cultural de una nación, sino también echar por tierra numerosos años de
trabajo, esfuerzo y tesón por parte de los artistas involucrados, además de
cerrar una importante fuente de trabajo para músicos, directores, copistas,
cantantes, coreutas y bailarines.
Si se entiende por cultura a “todo aquello que el
hombre produce o crea”, la misma no tiene por qué estar reservada para una
determinada elite, sino para todos. En consecuencia, la música clásica, la
ópera y el ballet entran dentro de esta definición.
El concepto errado de ver la cultura como un gasto es una
constante por parte de los dirigentes políticos en Argentina -independientemente
del partido o coalición de gobierno a los cuales representan-, ya que se trata
de una inversión. Pero si no se sabe cómo aprovecharla, esto muestra la
profunda ignorancia por parte de quienes ejercen los cargos relacionados en
dicha cartera, quienes además, en la mayor parte de los casos carecen de la
idoneidad y/o formación necesaria para ejercerlos. Y muchos otros conciben a la
música clásica, la ópera y el ballet como algo reservado para ciertas elites.
Nada más alejado de la realidad. La pandemia ha demostrado que la cultura es un
bien tan esencial como la salud o la educación. En el caso particular de la
música, es una poderosa herramienta que permite -en muchos casos- sacar de la
pobreza a los jóvenes de las barriadas humildes y carenciadas mediante el estudio
de un instrumento. Prueba de ello es el Proyecto de Orquestas en las Villas en
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, creado en 2006 con excelentes resultados en
lo cultural y artístico.
Por otra parte, el modelo privatista de la cultura es
algo que se ha probado en todas partes del mundo y ha fracasado rotundamente. El
mejor ejemplo se da en Estados Unidos, donde su modelo de organizaciones
privadas está en crisis desde hace mucho tiempo. Entre 2012 y 2016, más de diez
orquestas de dicho país -entre otras, la prestigiosa Orquesta de Filadelfia-
han solicitado convocatoria de acreedores e incluso, la quiebra de dichas
instituciones. Por otra parte, la pandemia de COVID 19 puso al desnudo la
situación de los músicos de la orquesta del Metropolitan Opera House de New
York. Al estar cerrado el teatro por más de un año, no hubo recaudación. En
consecuencia, hubo problemas para abonar salarios y sus integrantes no pudieron
mantener sus seguros de salud, ya que la contratación se realiza a través del sindicato
de músicos (American Federation of Musicians). Muchos tuvieron que abandonar
sus cargos, con la consiguiente pérdida de calidad. El conflicto se solucionó
tras una ardua negociación. Lo mismo sucedió en Alemania en la década del ’90,
cuando se implementó el modelo privatizador. El resultado fue un fracaso, ya
que la mayoría de los patrocinadores se declararon insolventes. Si se cuenta
con un sponsor, el dinero que aportan no se debe usar para abonar salarios,
sino para proyectos especiales.
Citas no tan
citables en vísperas de fin de año
La primera de esta catarata de desafortunadas
declaraciones se produjo el pasado 18 de Diciembre de 2021 por parte del
Ministro de Cultura de Jujuy Federico Posadas, quien dijo no recomendar “bajo
ningún concepto” la vinculación de la recientemente creada Orquesta Sinfónica
de dicha provincia bajo la órbita del gobierno local, ya que “los cuerpos
estables conllevan decrecimiento en calidad, aumento en costos y
sindicalización de los trabajadores”. Por ende, propuso crear la orquesta
mediante la modalidad de contratación de servicios. Parece que dicho
funcionario desconoce por completo el marco jurídico argentino (artículo 14 bis
de la Constitución Nacional), que consagra la estabilidad de los puestos
públicos, pasando por el régimen legal positivo de la Nación (Decreto Ley
6.666, Leyes 22.140, 24.185 y 25.164), las reglamentaciones provinciales y
municipales vigentes y la jurisprudencia al respecto, que afirman que todo
trabajador tiene derecho a percibir un salario y una jubilación dignas. En
consecuencia, si un funcionario público que ejerce un puesto clave desconoce el
contexto legal que contiene institucionalmente como país, lo que debe hacer es
renunciar inmediatamente a su cargo, ya que con sus declaraciones demostró
fehacientemente su incapacidad para ejercerlo. La mayoría de los organismos
sinfónicos del país (Dirección Nacional de Organismos Estables, Orquesta
Estable del Teatro colón, Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Orquesta de
Cámara del Congreso de la Nación, etc.) repudiaron sus declaraciones y lo
declararon persona no grata.
A los pocos días y en vísperas de fin de año, la
Secretaria de Cultura de Salta -Sabrina Sansone- hizo causa común con su colega
jujeño en una soberana muestra de ignorancia. A través de una declaración a la
radio FM Capital de la ciudad capital de la provincia, la funcionaria no sólo
apoyó las declaraciones de Posadas, sino que además se refirió a la situación
de la Orquesta Sinfónica de Salta: “Podrían trabajar un poco más, y no sólo
3 horas por día de lunes a viernes. Cuando uno tiene un sueldo fijo todos los
meses, el artista se va haciendo menos artista y se convierte en un empleado
estatal”. Pero ahí no terminó la cosa, sino que se refirió al salario que
cobran los músicos con las siguientes palabras: “Un integrante de la
orquesta cobra entre 80.000 y 90.000 pesos. Hay que ver si está bien invertido
y se justifica el gasto. Está buenísimo tener una orquesta sinfónica y tener
los cuerpos estables, pero tener un cuerpo estable que trabaje 3 horas por día,
con un gasto de 120 millones de pesos anuales (y me quedo corta, no
sé…), tendría que tener otra disponibilidad horaria y salir a hacer el
trabajo en el interior, para todos los salteños y salteñas…” “Yo creo que tener
cuerpos estables es complejo, no diría que es un gasto de dinero porque es
un patrimonio. Ahora considero que determinados cuerpos estatales deberían
estar más presentes porque es dinero que le sacan al pueblo a través del
Estado, por supuesto, pero que pagan cada salteño y cada salteña”. Digna
contradicción en sus declaraciones, con una
pobreza franciscana del lenguaje e ignorancia supina respecto del tema,
como buen producto de la famocracia, ya que el único mérito que tiene para
ocupar dicho cargo es haber bailado en el programa de Tinelli.
Aún así, en el presunto caso que el gasto mensual de la
orquesta fuera de 150 millones de pesos, sería una de las orquestas sinfónicas
más económicas del mundo. No deben existir muchas orquestas de jerarquía que se
puedan sustentar con 250.000 dólares por año. Y en cuanto a la logística para
su traslado a diferentes localidades de la provincia, no queda claro si la
misma es responsabilidad de sus integrantes o del personal administrativo de su
propia cartera.
Un verano candente
en la provincia de Buenos Aires
Lincoln es una importante localidad agrícola del interior
de la provincia, que siempre tuvo el sueño de tener su propia orquesta sinfónica.
Esta propuesta se inició de la mano del profesor Gustavo Diderle, quien comenzó
a concurrir a dicha ciudad en 2007 “cuando no había nada más que un anhelo”,
según declaraciones a radio La Posta. El proyecto fue tomando color en
2009, con la creación de la Orquesta Escuela de Provincia dependiente de la
Municipalidad linqueña. Allí se manifestó nuevamente el sueño de la orquesta
sinfónica, que no se pudo concretar oportunamente. El tiempo pasó y lo más
cercano fue la creación de la Camerata Lincoln en 2016, formada por músicos de
la zona y de municipios vecinos y financiada con fondos municipales. Se
organizaron numerosos ciclos de conciertos con buena concurrencia de público y
las cosas marcharon bien hasta Diciembre del año pasado. En una reunión con la
Secretaria de Cultura del municipio -Marisa Serenal-, Diderle manifestó que “se
habló de rescindir el contrato a algunos profesores no residentes de Lincoln y
se prometió tratar el tema en una próxima reunión, que nunca se llegó a
concretar”.
Sorpresivamente y sin aviso previo, el 10 de Enero del
corriente año los integrantes de la Camerata comenzaron a recibir telegramas de
despido donde se les comunicó la disolución del organismo. “Era algo que
nunca esperábamos que fuera de esa manera. Estamos sorprendidos porque no
entendemos los motivos de los despidos. La última vez que nos vimos con Marisa
Serenal y la gente de Cultura, se había hablado de organizar una reunión para
discutir cosas operativas y si había algún problema, resolverlo ahí, pero jamás
se dio”- explicó Diderle en declaraciones a radio La Posta el 13 de
enero pasado. “Lo único que llegaron fueron los despidos y no están claros
los motivos de una decisión así, ya que fue algo totalmente inesperado”.
En ese sentido, el músico agregó lo siguiente:
“Desde hace ya
tiempo que veníamos pidiendo una reunión. La idea era hacerla antes del último
concierto, pero no se pudo dar. En lugar de eso fueron llegando de a poco los
despidos. Eso nos quitó reacción, porque no entendíamos nada”.
“La idea es que esto tome estado
público. Y vamos a pedir la solidaridad de todos los organismos del país porque
acá no se trata de despidos personales, sino que se está cerrando un organismo.
Ahora esperemos que reconsideren la decisión y que esto se encamine porque
realmente, lo sentimos como una injusticia, ya que no sólo hicimos todos los
conciertos que se nos pidieron y mucho más, ya que pusimos todos mucho de cada
uno para sacar este proyecto adelante”.
De no haber sido por la publicación de esta entrevista en
las redes sociales y en los medios alternativos, los grandes multimedios
hicieron oídos sordos a esta situación. Inclusive, los periodistas
especializados -al igual que quien escribe- tampoco se hubieran enterado.
Y todo a media luz
El pasado 23 de enero, la filial Mar del Plata de
Cantantes Líricos Asociados de la República Argentina (CLARA) organizó un
concierto en la Plaza del Agua a las 20 horas con entrada libre y gratuita para
facilitar la concurrencia del público y que tanto locales como visitantes
pudieran disfrutar de un espectáculo de jerarquía al aire libre. El concierto no
sólo era la primera función del año, sino que contó con el apoyo de la
secretaría de Cultura de la Municipalidad de General Pueyrredón. Para sorpresa
de los presentes, justo ese día tras la puesta del sol, el escenario se quedó
sin luz. Tanto los cantantes como la gente alumbraron el escenario Violeta
Parra con sus teléfonos celulares para que el concierto se pudiera llevar a
cabo -cosa que se hizo y que contó con una numerosa concurrencia-.
Sorpresivamente, al día siguiente la Plaza del Agua tuvo luz y sus faroles
brillaron en todo su esplendor.
¿Boicot o corte sorpresivo de energía?...
Al día siguiente, la entidad emitió el siguiente
comunicado:
“Una vez que el sol
se puso, nuestro recital se desarrolló absolutamente A OSCURAS. Esto significa
que las autoridades del municipio, y sobre todo de la cartera de CULTURA,
consideran innecesario brindarnos las mínimas condiciones para poder
desarrollar nuestro arte. Cabe destacar que el mencionado espacio público es
gestionado por OSSE (Obras Sanitarias de la Municipalidad de General
Pueyrredón), pero la programación de la actividad artística está a cargo de
la Secretaría de Cultura del municipio (Cultura Mar del Plata).
Sorprendentemente,
al día siguiente la Plaza del Agua resplandeció con sus faroles iluminándolo
todo. Quizás nuestras voces y los posteriores reclamos de una gran cantidad de
personas que nos siguen y que expresaron su consternación e indignación por lo
sucedido hicieron un poco de ruido.
La oscuridad en que
se vio envuelto nuestro concierto es la clara imagen del trato que el arte
lírico recibe por parte de las autoridades de la Municipalidad de General
Pueyrredón, lamentablemente desde hace muchos años.
Debemos señalar que
CLARA Mar del Plata -como muchos de los artistas del género- no recibe apoyo
municipal de ningún tipo, aún habiendo buscado incansablemente el espacio
para el diálogo, la presentación de proyectos, etc. No existe colaboración en facilitación de materiales
o equipamiento, mucho menos, económica o de financiamiento. Ni siquiera hay
predisposición para lo más básico, que sería otorgarnos algunas fechas para
actuar en el Teatro Colón de Mar del Plata. Hemos solicitado en julio de 2021
fechas para lo que restaba del año y para la temporada de verano 2022,
contemplada hasta Abril. Sólo nos brindaron la posibilidad de organizar un
concierto en Octubre, para el cual se nos advirtió que no se podía disponer de
la sala para ensayar, ni hacer prueba de luces sino hasta 1 hora antes del
concierto: como si estructurar un espectáculo de ópera fuera, sencillamente,
un trámite”.
“Queremos enfatizar
que habiéndose cursado las debidas invitaciones, jamás hubo asistencia
oficial de las autoridades políticas en nuestras Galas al aire libre”.
“Consideramos que cuando se necesite
financiamiento, es factible conseguirlo. Sólo hacen falta VOLUNTAD POLÍTICA Y
UNA VISIÓN A LA ALTURA Y DE LARGO PLAZO SOBRE LA CULTURA Y EL LUGAR QUE MERECE
LA ÓPERA EN LA AGENDA CULTURAL DE LA CIUDAD”.
…………………………………………………………………………………………….
Todo posee un común denominador: falta total de apoyo
político y capacidad de gestión. Una avalancha de funcionarios incompetentes e
inoperantes, con total desconocimiento de los problemas del área a su cargo y
para los cuales, la cultura es un gasto en vez de una inversión. Aducen
recortar gastos, pero no comienzan por sus propios sueldos. No sólo son capaces
de interiorizarse acerca de los problemas que se presentan, sino que además carecen
de la ética suficiente como para renunciar a un cargo para el cual no están
preparados, en vez de dejar su puesto para aquellos que sí lo están, aunque
sean de diferente color político. Así nos va.
Lamentablemente, esta avalancha se va extendiendo como
una gran marcha de aceite a lo largo y a lo ancho del país, transformándose en
un brote. Pero del brote a la epidemia, sólo hay un tris. En este caso, puede
tratarse de una epidemia mucho más grave y más peligrosa que la de COVID. Ojalá
se aplique a tiempo el antídoto antes que sea demasiado tarde.
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