Inauguración de la Temporada del 20º Aniversario de
Juventus Lyrica en el Avenida
VEINTE AÑOS NO ES NADA… Y ES TODO
Martha CORA ELISEHT
De todas las compañías de ópera independientes en la
Ciudad de Buenos Aires, a la única que le faltaba inaugurar su Temporada
Oficial era Juventus Lyrica, dentro de su vigésimo aniversario. Y lo hizo con
un clásico: una reposición de LA TRAVIATA,
de Giuseppe Verdi, cuya primera función tuvo lugar el pasado 24 del corriente,
con dirección musical de Antonio Russo y puesta en escena de Ana D’Anna. Dicha
ópera se representará entre los días 26 y 30 del corriente y el 1ª de Junio,
con el siguiente elenco: Carolina Gómez/ Ivana Ledesma (Violetta); Sebastián Russo/Pablo Urban (Alfreso); Ernesto Bauer/ Juan Font (Giorgio Germont); Rocío Albizu/ Johanna Padula (Flora); Luis Fuentes Bustos/ Matìas
Ibarra (Gastone); María Almeida (Annina); Marcelo Iglesias Reynes/ Raúl
Dip (Barón Douphol); Felipe Cudina (Dr. Grenvil); Leonardo Fontana/ Raúl
Dip (Marqués d’Orbigny); Tomás Cuadra
(Diuseppe/ Cocinero) y Raúl Dip (Comisionado). La pareja de bailarines
que intervienen en el 3º Acto está compuesta por Lorena Barrionuevo y Brian
Jesús Fornes.
Una tuvo oportunidad de asistir a la primera función,
donde pudo apreciar el excelente trabajo de Ana D’Anna a cargo de la producción
escénica, donde hasta el ínfimo detalle estuvo muy bien cuidado. Hubo una muy
buena proyección digital emulando los palacios de París y el bosque donde Alfredo y Violetta se retiran a la casa de campo en el 2º Acto de
la obra – muy bien lograda la escena de hojarasca otoñal- a cargo de Leandro González y Luciano Moreno.
El soberbio vestuario de época estuvo a cargo de María Jaunarena, que fue
diseñado especialmente para esta ocasión. La excelente iluminación de Gonzalo
Córdova hizo el resto.
Nadie niega la maestría de Antonio Russo al frente de la
dirección musical, aunque hubo algún que otro desacople en las arias principales a cargo del tenor. Quizás,
esto opacó un poco la fiesta dentro del marco del vigésimo aniversario, donde
se vio a un Sebastián Russo muy exigido vocalmente desde su primera
intervención. Dio la impresión de haber entrado en pánico escénico ante un rol
tan importante- cosa que sucede muy a menudo a cualquier cantante, en cualquier
lugar y más aún, en el día del estreno-. Y llamó la atención, porque posee la
voz y el registro necesarios para el rol de Alfredo
Germont, pero era como si estuviera más preocupado por alcanzar las notas
que por la interpretación. Se soltó un poco más al inicio del 2º Acto (Lungue da mei… De mei vollenti spiriti),
pero llegó muy exigido en el resto. Ahí fue donde el maestro Antonio Russo originó
el mencionado desacople en un intento por seguir la línea del tenor, lo que no
pasó desapercibido.
No sucedió lo mismo con Carolina Gómez, quien interpretó
magníficamente bien su papel. El rol de Violetta
Valéry es traicionero por dos motivos: su exigencia vocal – desafío para
cualquier soprano- , porque debe poseer buena coloratura y, a la vez,
dramatismo, y por la enorme popularidad de las arias principales (”Estrano… Sempre libera” y “Addío del pasato”). Demostró sus dotes
histriónicas desde el inicio de la obra, al derrochar sensualidad sentada sobre
el piano (y luciendo magníficamente el vestido diseñado por María Jaunarena, en
una magnífica recreación de La Dama de
las Camelias) y, posteriormente, tanto al renunciar a su amor por Alfredo
como en el aria “Addìo del pasato”
supo encarnar su rol con gran soltura y musicalidad. Posee una bella voz, con
muy buenos matices y un impecable fraseo. Ernesto Bauer también dio vida a un
muy buen Giorgio Germont –tanto vocal
como actoralmente- y supieron compensar la falencia del tenor. Y Rocío Albizu
brilló sobre el escenario en el papel de Flora
quien, en la presente versión –al contrario de lo que sucede en la ópera
original- acompaña a su amiga Violetta hasta
el final. En este caso, hubo una genial adaptación de Ana D’Anna al basarse en
la obra de Alexandre Dumas, donde Julie acompaña
a Marguérite Gauthier en su lecho de
muerte. (Confirmado posteriormente a la función, en una entrevista ofrecida por
la régiesseuse a quien escribe).
En cuanto a los roles secundarios, cabe destacar la
actuación de la pareja de danza formada por Lorena Barrionuevo y Jesús Brian
Fornes, que interpretaron una muy buena danza flamenca/gitana en el 3º Acto. El
coro de la entidad también tuvo una destacadísima participación, con un
excelente trabajo de Hernán Sánchez Arteaga. María Almeida ofreció una muy
buena Annina, al igual que Luis
Fuentes Bustos como Gastone y Felipe
Cudina como el Dr. Grenvil. Leonardo
Fontana estuvo muy correcto como el Marqués
d’Orbigny, mientras que Marcelo Iglesias Reynes interpretó un deslucido Douphol. Si bien es un rol secundario,
adquiere importancia en el 3º Acto, donde debe enfrentarse con Alfredo antes de menospreciar a Violetta frente a todos.
El aniversario de la entidad contó con un teatro rebosante
de público, a sala llena, donde no sólo hubo numerosos invitados, sino también
personajes de la farándula –la vedette Florencia de la V, quien estuvo
acompañada por un séquito de modelos en uno de los palcos, luciendo vestidos
largos de gala y el modisto Fabián Medina Flores- . Esto confirma una vez más
que cuando los títulos son convocantes y además, cuentan con un elenco de
categoría, la gente responde y asiste masivamente. Ojalá que la entidad siga
brindando espectáculos líricos de altísimo nivel, promocionando talentos y
valores y manteniéndose por muchos años más. ¡Felicidades, Juventus Lyrica!
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