Espacio Directores Noveles en el
Auditorio Nacional
Muy buen
concierto
Viernes 20 de diciembre
de 2019
Sala: Auditorio Nacional
Escribe: Graciela
Morgenstern
Orquesta Sinfónica Nacional
Director invitado: Carlos David Jaimes Solistas: Lucía Luque (violín) y Julián Medina (contrabajo) Programa: Piotr Ilich Tchaikovsky: Voyevoda, balada sinfónica op. 78
Giovanni Bottesini: Gran dúo concertante para violín y contrabajo
Antonin Dvorák: Sinfonía en fa mayor n° 5, op. 76
Director invitado: Carlos David Jaimes Solistas: Lucía Luque (violín) y Julián Medina (contrabajo) Programa: Piotr Ilich Tchaikovsky: Voyevoda, balada sinfónica op. 78
Giovanni Bottesini: Gran dúo concertante para violín y contrabajo
Antonin Dvorák: Sinfonía en fa mayor n° 5, op. 76
Como parte de su Espacio Directores Noveles, la Orquesta Sinfónica Nacional se presentóen el Auditorio
Nacional, bajo la dirección del joven Carlos
David Jaimes, y los solistas Lucía
Luque (violín) y Julián Medina
(contrabajo), para interpretar obras de Dvorák, Tchaikovsky y Bottesini.
Antes de iniciar el concierto,
dos representantes de la OSN se dirigieron al público para celebrar que la
Secretaría de Cultura tenga a partir de ahora, la categoría de Ministerio, tras
lo cual se inició el programa con Voyevoda. Compuesta por Tchaikovsky en 1891, fue estrenada ese mismo año, el 18
de noviembre, en Moscú, bajo la batuta de su compositor quien quedó
insatisfecho con la obra y quiso destruirla por considerar que la misma no tenía
la calidad esperada. Sin embargo, la partitura sufrió distintas revisiones y
sigue vigente. Presenta un Tchailovsky diferente, atípico, difícil de
reconocer.
Luego
siguió el Gran Dúo Concertante para violín y contrabajo de Giovanni Bottesini,
músico destacado, famoso por su virtuosismo con el contrabajo, compositor
eficaz y director exitoso. El dirigió la premiere de "Aída" en El
Cairo, en 1871. Apodado "el Paganini del contrabajo", originalmente,
Bottesini había concebido esta pieza para dos contrabajos y y orquesta. En
cambio, la versión ofrecida fue la realizada por el violinista Camillo Sivori (1815-1894). Ambos jóvenes
solistas, Lucía Luque en violín y el contrabajista Juán Medina se mostraron
consustanciados con la partitura. Luque realizó una ejecución digna, a pesar de
algunos ataques no del todo claros, mientras que su compañero brindó ejemplar
sonoridad precisa y cristalina, a su parte. Ambos ofrecieron una versión vital
y expansiva y evidenciarion una técnica sólida, con la que afrontaron la
bravura de Bottesini. Intercambiaron frases con atractivo sentido de diálogo, a
lo que se acopló la orquesta, conformando una simbiosis muy buena entre
solistas y órgano instrumental.
Ante los entusiastas aplausos del
público, fuera de programa, Luque y Medina ofrecieron una danza de Otto
Findeisen.
Tras el intervalo, la OSN ejecutó
la Quinta Sinfonía de Dvorak, una obra bellísima pero muy poco frecuentada en
nuestro medio. Dvorak fue especialmente productivo en 1875. Además de su
Serenata para Cuerdas, Dúos de Moravia, Nocturno en Si Mayor, su ópera en cinco
actos "Vanda" y tres obras de cámara, compuso esta sinfonía, en poco
más de un mes. Doce años más tarde, realizó modificaciones menores, antes de su
publicación, en 1888. La orquestación es luminosa y refleja la esencia de su
patria desde el principio. Su maravilloso Scherzo
tiene reminiscencias de las "Danzas Eslavas". Carlos D. Jaimes y
la OSN brindaron una versión rica en matices, con sonoridades plenas y
auténtica penetración expresiva, ofreciendo timbres pulidos y generosos. La
batuta mostró nervio y precisión en el uso de tiempos y equilibrio sonoro, a lo
que la orquesta respondió con eficacia.
Un muy buen concierto.
CALIFICACION: MUY BUENO
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