HACERSE OIR CON LA
FUERZA DE LOS HECHOS
“Conmigo o
con Nadie”, Opera en un acto de Mailen Ubiedo Myskow. Intérpretes: Mairin
Rodriguez (Felicitas Guerrero), Karen Brandán (María), Joel Iglesias Alcorcel
(Saenz Valiente), Francisco Morales Quiroga (Tahiel), Ramiro Brandan Korosec
(Luís), Rodrigo Olmedo (Enrique Ocampo), Silvina Suarez (Narradora).Vestuario:
Tamara Pirillo, Leisa del Valle Ruíz, Agustina Constanzo y Delfina Callo. Diseño y Realización Escenográfica: Rocío
Arlía, Caracterización: Valeria Bejarano y Tatiana Solorzano. Coro y Orquesta:
Director Musical: Emiliano García Pérez. Dirección Escénica: Angela Chuffo.
Teatro “Hasta Trilce”, función del18/09/22.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Dos historias narradas simultáneamente en tiempo real, una
muy conocida que ocurrió en la parte final del siglo diecinueve y la otra en
Ntros. días. El final es igual en ámbas: la muerte de la mujer a manos de hombres
que han sentido amor enfermizo por ellas, relaciones terminadas, rechazo a
seguir juntos y de ahí a un paso el femicidio. Felicitas Guerrero es una de
ellas. María, una joven del interior es la otra. Felicitas está a punto de
consumar su unión con Sáenz Valiente, Enrique Ocampo lo impide asesinándola.
Tahiel es la pareja de María. Ella le anuncia que está embarazada de un hijo
suyo-Total felicidad. Aparece Luís, su ex pareja, ya en las primeras escenas la maltrata, la
humilla y ahora, preso de furia la asesina. Es un logro, muy grande el haber
podido realizar un libreto sumamente conciso y contundente a la vez. Narrar en
música dos historias en simultáneo. Fue muy eficaz el recurso de colocar en una
narradora el relato del origen de estas historias, como también un juego escénico
en donde vale el texto para ambas
historias. También es muy interesante el empleo de los ritmos folckloricos
argentinos, en este caso la vidala y la baguala y que las voces líricas perfectamente
puedan con ellos desarrollar su canto. Y esto ha sido posible porque Mailen
Ubiedo Myskow ha madurado como compositora, ha logrado aplicar mucho de los
conocimientos que ha adquirido. El empleo de una pequeña formación instrumental
denota la influencia que en ella ha ejercido uno de sus formadores, Marcelo
Delgado, y todo esto lleva a que el producto final sea de una altísima calidad.
Ubiedo Myskow logra aquí unir elementos contemporáneos con los ritmos nativos que
influenciaron a los primeros grandes maestros argentinos y eso también es un
logro fortísimo. Ha contado con la inestimable colaboración de Angela Ciuffo en
la dirección escénica quien de modo impecable trazó a los personajes, se apoyó
en una muy buena iluminación escénica y una muy práctica ambientación realizada
por Rocío Arlía. Extrajo de cada interprete los mejores recursos actorales y
jamás cayó en el golpe bajo. No se muestran los asesinatos, se los da por
sentados. La violencia se expresa en los breves diálogos teatrales, de la misma
manera que los diálogos de amor. Fueron impecables los desplazamientos del
coro, por momentos apoyando a la narradora como en el teatro griego y en otros
buscando donde están las mujeres que transitan el peligro. Las voces
protagónicas han sido muy bien seleccionadas desde Mairin Rodriguez como
Felicitas Guerrero y una espectacular Karen Brandan como María, pasando por Francisco
Morales Quiroga como Tahiel, el verdadero amor de María con un estupendo registro
tenoril y muy buena escena. Ramiro Brandan Korosec como Luís, muy imbuido en su
muy violento personaje, Rodrigo Olmedo con grato timbre y correcta escena para
dar vida al no correspondido Enrique Ocampo. Joel Iglesias Alcorcel como Saenz
Valiente creció con el correr de la función y mostró buena línea canora. La
revelación de la noche fue Silvina Suarez, con muy buen registro de soprano en
el rol de la narradora, tuvo formidable presencia escénica y aquí también da
pié a que elogiemos tanto el vestuario realizado con materiales reciclables por Tamara Pirillo
junto a Leisa del Valle Ruíz, Agustina Constanzo y Delfina Callo, sumado a las
muy buenas caracterizaciones de Valeria Bejarano y Tatiana Solorzano. Una prueba de ello es que la narradora fue presentada
como una operaria de calle con uniforme, cobertor y cintas de peligro, que no es otro
que el que emerge de las historias a contarse. Tanto las voces del coro como el
soporte instrumental han sido excelentemente seleccionados, muy bien preparados y conducidos por Emiliano
García Pérez quién tuvo plena conexión con el palco escénico y logró una
impecable concertación. En el final, todas las voces interpretan un “Requiem
Aeternam” que inicia en música los oficios de difuntos, intercalado con el “Lacrymosa”.
Se solicitó que no haya aplausos y las mujeres del coro llamarán por el nombre
y entregarán a los espectadores un volante reclamando por búsquedas no
resueltas. Fue estremecedor.
Donato Decina
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