KRZYSZTOF PENDERECKI
(1933-2020)
En el día de la
fecha falleció el famoso compositor y director de orquesta polaco Krzysztof
Penderecki a los 86 años de edad en su casa de Cracovia. Su prolífica obra no
sólo comprende 9 sinfonías, sino también
música sacra (4 Réquiems -de los
cuales, el Réquiem Polaco es el más
famoso y forma parte de los tradicionales repertorios de concierto-, Te Deum, Stabat Mater y La Pasión según San Lucas, entre otras)
y música de películas que adquirieron enorme popularidad, tales como El Resplandor de Stanley Kubrick, Corazón Salvaje de David Lynch, El
Exorcista de William Friedkin y El
manuscrito encontrado en Zaragoza, de Wojciech Jerzy.
Pese a ser un prolífico compositor,
no quiso componer más de 9 sinfonías. Según sus palabras textuales: …”Nueve compusieron Beethoven, Dvorak,
Bruckner, Mahler….Cuando quiso componer su 10° Sinfonía, miren lo que le
pasó…Quedó inconclusa”. Merced a las mismas, Penderecki trató de mantener
viva una expresión artística que había entrado en crisis luego de la Segunda
Guerra Mundial, caracterizada por la forma en la composición y por culminar
siempre todo lo que tenía proyectado hacer.
Llegó
a hacer historia en la música con un
legado de obras que apostaron por los grandes formatos, tales como Treno a las víctimas de Hiroshima (1960),
Dies Irae (Oratorio de Auschwitz),
Concierto para violín y orquesta (2004), Concierto para cello y orquesta (1971), Polymorphia (1972), Concierto Grosso para tres cellos y orquesta (2015)
y Las siete puertas de Jerusalén. También
ganó cuatro premios Grammy y compuso obras para músicos de la talla de Mstislav
Rostropovich o Anne- Sophie Mutter.
Nació en Debica en 1933, en el seno
de una familia profundamente católica y fue profundamente creyente hasta el
final de sus días. Su padre era abogado
y recibió educación musical desde pequeño, ya que su padre era un enamorado del
violín, ejecutaba dicho instrumento y logró que su hijo se interesara desde
temprana edad por aprenderlo. Posteriormente,
completó sus estudios en la Universidad Estatal de Cracovia (filosofía, arte e
Historia de la Literatura) y composición en la Universidad Estatal de Polonia.
Tras la finalización de la Segunda
Guerra Mundial, los compositores occidentales europeos encontraron un foro de
expresión que marcó una época a principios de 1950. La respuesta del bloque del
Este se inició en Darmstadt en 1956, de la mano de Henryk Gorecki, Witold
Lutoslawski, Wojciech Kilar y el propio Penderecki, quienes formaron un
movimiento nacionalista junto a figuras de la talla de Karlheinz Stockhausen,
David Tudor o Pierre Schaeffer. Esta ida y vuelta amplió los horizontes del
músico polaco, admirador y seguidor de compositores de vanguardia como Olivier
Messiaen, John Cage y Pierre Boulez. Todos ellos dejaron sus huellas para que
Penderecki siguiera una estética original, donde combina la tradición musical
con profundas disonancias.
Visitó la Argentina en numerosas
oportunidades: la primera, en 1981, invitado por su compatriota Stanislav
Wislocki –Director Titular de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires- para dirigir y estrenar localmente varias de
sus obras (Stabat Mater, Réquiem Polaco y
su Te Deum, entre otras) y regresó
posteriormente en varias ocasiones. La última vez, en 2016 en el Centro
Cultural Kirchner, donde presentó su Concierto
Grosso para tres cellos y orquesta junto a la Sinfónica Nacional. También
interpretó Ubu Rex en el Colón.
Penderecki no sólo fue un gran
músico, sino también un destacado humanista. En una de sus constantes visitas a
España, manifestó sus preocupaciones por el futuro de Europa al diario EL PAÍS en un reportaje realizado en
Santander, en 2017:
…”Este viento autoritario que siento resoplar en mi
propio país y en Hungría me inquieta. Espero no tener que componer un Réquiem para nuestro continente”.
Quizás, en el día de hoy una se pregunta cuál
de sus Réquiems hubiera elegido para
su propio funeral. Probablemente, esta sea una pregunta sin respuesta ante tan
luctuosa noticia.
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