Muy buena actuación
de la soprano Verónica Cangemi junto a la Estable del Colón
IMBUIDOS DEL ESPÍRITU MOZARTIANO
Martha CORA ELISEHT
La Temporada 2021 de la Orquesta Estable del Teatro Colón
será recordada como una de las mejores en materia de Ciclos de Conciertos de
Abono. No sólo por la excelente labor de sus integrantes, sino también por la
presencia de prestigiosos directores y la jerarquía en sus interpretaciones de
las diferentes obras que integran los programas. Prueba de ello ha sido el
concierto ofrecido por dicho organismo sinfónico el pasado sábado 16 del
corriente en el mayor coliseo del país, con la participación de la soprano
Verónica Cangemi y el pianista Fernando Pérez como solistas bajo la dirección
de César Bustamante, en un programa compuesto íntegramente por obras de
Wolfgang Amadeus Mozart (1735-1791) que se detalla a continuación:
-
Obertura de “EL RAPTO EN EL SERRALLO”, K.384
-
“Vado, ma
dove?... Oh, Dei!”, aria para soprano y orquesta K.583
-
Obertura de “DON GIOVANNI”, K.527
-
“Mi tradi
quell’alma ingrata”- DON GIOVANNI, K.527
-
Obertura de
“LAS BODAS DE FÍGARO”, K.492
-
“Porgi, amor”-
LAS BODAS DE FÍGARO, acto II, K.492
-
“Dove sono i bei
momenti”- LAS BODAS DE FÍGARO, acto III, K.492
-
Rondó concertante en Re
mayor para piano y orquesta, K.386
-
“Ch’io mi scordi di
te?... Non temor, amato bene”, K.505
El
genio de Salzburgo sólo tenía 25 años cuando compuso EL RAPTO EN EL SERRALLO
(Die Entführung aus dem Serail) en 1781 tras su llegada a Viena. Contó con
el apoyo de Gottlieb Stephanie -director del Nationalsingspiel por aquel
entonces-, quien quedó impresionado por su anterior ópera -ZAIDE- y decidió
componer el libreto él mismo. En aquel entonces, existía en Europa un furor por
todo lo que tuviera que ver con lo oriental y particularmente, las turquerías
-magistralmente representadas por Rossini en sus óperas L’ITALIANA EN
ALGHIERI e IL TURCO IN ITALIA-. La obra se estrenó en el Burgtheater
de Viena en 1782 y fue un suceso rotundo desde su inicio, con gran
aceptación por parte del público. En la obertura ya se introduce al
oyente en el clima de fábula, con melodías que combinan el contraste entre el
mundo oriental y occidental. Si bien la versión ofrecida por la Estable ha sido
muy correcta, una pudo percibir cierto exceso por parte de los instrumentos de
percusión -especialmente, tambor y platillos-. No obstante, no le ha restado
mérito merced a la labor realizada por los intérpretes.
A
continuación, Verónica Cangemi hizo su presentación sobre el escenario con “Vado,
¿ma dove?... Oh, Dei!”, donde ofreció una muy buena versión de esta aria.
La soprano mendocina posee una voz ideal para este tipo de composiciones y lo
demostró merced a su musicalidad, técnica e interpretación. Originalmente,
Mozart la compuso como aria alternativa para una ópera de Vicente Martín y Soler
(“Il burbero di buen cuore”, EL GRUÑÓN DE BUEN CORAZÓN), con texto de
Lorenzo Da Ponte en 1789 y narra la preocupación del personaje de Lucila al
enterarse que su esposo atraviesa graves problemas económicos, rogándole al
amor que la guíe en tan difícil momento. Finalmente, la ópera no se concretó y
quedó como aria para soprano y orquesta.
La
celebérrima obertura de DON GIOVANNI encontró en la Orquesta
Estable una digna interpretación, caracterizada por un excelente equilibrio
sonoro que permitió resaltar los momentos de mayor dramatismo en los motivos
ascendentes y descendentes característicos de la misma, al igual que en la
sección central que narra las andanzas del gran seductor. Asimismo, Verónica
Cangemi también se destacó en el aria de Donna Elvira (“Mi tradi quell’alma
ingrata”), donde la protagonista hace alusión a la contradicción que siente
entre su amor por Don Giovanni y el despecho. El personaje le calzó como
un guante y le permitió destacarse tanto vocal como actoralmente. Lo mismo
sucedió con la otra gran obra integrante de la trilogía Mozart/ Da Ponte (LAS
BODAS DE FÍGARO), cuya obertura constituye uno de los grandes
“caballitos de batalla” de toda orquesta de ópera. La Estable no ha sido la
excepción a la regla y ofreció una versión fresca, chispeante y destacada por
la maestría de sus músicos. La dirección de César Bustamante fue perfecta desde
todo punto de vista. Posteriormente, la soprano ofreció una muy buena versión
de las dos arias de la Condesa (“Porgi, amor” y “Dove sono i bei
momenti”), donde el espíritu mozartiano se hizo sentir gracias a su
perfecta coloratura y muy buen manejo de los trinos y fioritura.
La
otra gran figura de la noche fue el pianista Fernándo Pérez, quien también
pareció estar imbuido del espíritu del compositor mencionado anteriormente. En
efecto, brindó una soberbia versión del mencionado Rondó para piano y
orquesta K.386, que completó en 1782 pero que se no se publicó en vida del
compositor. Sus piezas fueron vendidas a diferentes compositores en 1799 y tras
un arduo trabajo de investigación y reconstrucción musical, el manuscrito se
reconstruyó en el siglo XX y no es en sí mismo un rondó propiamente
dicho, sino una serie de variaciones. Se inicia como un Allegretto grazioso y
presenta dos cambios de tiempo (Adagio/Allegro), donde el piano retoma
el tema inicial para la recapitulación final. Pérez ofreció una versión
magistral, caracterizada por ese sonido cristalino, preciso y equilibrado
característico del genio de Salzburgo. Y la orquesta supo acompañarlo
perfectamente merced a la gran correspondencia entre músicos, solista y
director.
Para
terminar, los solistas se unieron a la orquesta para brindar el aria de
concierto “Ch’io mi scordi di te?...”, compuesta en 1786 y caracterizada
por un diálogo entre la soprano solista y el piano con ribetes cuasi
operísticos. Tanto Cangemi como Pérez se lucieron en su interpretación,
desempeñando una muy buena labor que se vio coronada por los numerosos aplausos
y vítores al finalizar la misma.
La
música de Mozart no sólo es inmortal, sino que se caracteriza por su frescura y
espontaneidad. Quizás por eso gusta tanto al público de todo el mundo y sigue
perfectamente vigente hasta nuestros días. Y si se ofrece en versión de gran
jerarquía como la narrada en esta nota, permanecerá inalterable y tan popular
con el correr de los tiempos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario