EL TRIUNFO DE LA
PERSEVERANCIA
Orquesta
Sinfónica Nacional, temporada 2022. Concierto bajo la dirección del Maestro Carlos
Vieu. Solístas: Diego Vasallo (Violín), Eduardo Vasallo (Violonchelo) Programa:
Obras de Civillotti Caravalho y Shostakovich. Centro Cultural Kirchner,
Auditorio Nacional, 03 de Junio de 2022.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO
Dentro de la
programación de la Sinfónica Nacional del presente año retornó nuevamente al
podio como Director Invitado el Mtro. Carlos Vieu para ofrecer un complejo
programa que contuvo un estreno mundial de compositor argentino (bienvenido
sea) y una de las obras capitales de la producción sinfónica del siglo XX.
El programa se inició con el Doble Concierto para Violín, Violonchelo y
Orquesta de Alejandro Civilotti Carvalho, compositor Argentino residente en
España, en el que Diego Vasallo en Violín y Eduardo Vasallo en Violonchelo
fueron sus solistas. Obra de largo aliento en tres movimientos, posee pasajes
con extensos solos de ambos instrumentos, otros para el dúo en sí mismo,
instantes reservados a la orquesta y encuentros entre todas las fuerzas
intervinientes. Al escucharla se percibe una cierta influencia de Shostakovich
en algunos momentos, otros en que se trabajan disonancias, muy poderosos “tutti”
orquestales, por lo que la obra debe ser guiada con mano firme y eso es
precisamente lo que Carlos Vieu efectuó en este estreno. Lo hizo con precisión,
tuvo notable entendimiento con el dúo solista y logró extraerle lo mejor a la
Sinfónica Nacional. Diego Vasallo es
poseedor de una muy buena técnica, sonido amplio y grato y se entendió con su
padre y el conjunto a la perfección. Surgido en Buenos Aires como un notable
solista, integrante por varios años de la Sinfónica Nacional a la que ingresó
muy joven, formó parte de la Camerata Lysy-Gstaad lo que le permitió trabajar
con el mismísimo maestro codo a codo, Eduardo Vasallo exhibió sus grandes dotes
como interprete. Una vez más su sonido partió desde las notas más profundas
hasta las más altas con una emisión amplia y plena. Entre todos dieron vida a
este trabajo que fue muy bien recibido por el público que en forma prácticamente
total cubrió las instalaciones del Auditorio Nacional.
Y para la segunda
parte Shostakovich y su Décima Sinfonía op.93 Obra de 1953, surgida tras la
muerte de Josef Stalin, obró como verdadera catarsis tras la severa
amonestación que recibiera en 1934 por parte del Comisariato Cultural
Stalinista respecto a su ópera “Lady Macbeth de Mtensk” y a su compleja sinfonía Nº 4. Así pasará de la pesadumbre y la
tristeza a una esperanzadora luminosidad. Vieu comprendió cabalmente el
significado de esta música y brindó una muy digna versión, apuntalada
fundamentalmente en los vientos con especial mención de Clarinetes y Flautas, muy
buenas intervenciones de Pablo Llamazares como corno solista y del concertino,
José Daniel Robuschi. Sumados a ellos el
empeño y la garra del resto de los maestros, por lo que podemos decir que el
balance mostró a un conjunto de pié, dispuesto a dar siempre lo mejor, con dos
muy buenos solistas que hicieron un formidable aporte y la guía de un muy buen
Director con el que salieron airosos del exigente desafío.
Donato Decina
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