lunes, 18 de julio de 2022

 

Espectacular concierto de Josep Vincent al frente de la Filarmónica en el Colón

 

GRACIA, SALERO Y ACERBO ESPAÑOL PARA TODOS LOS GUSTOS

Martha CORA ELISEHT

 

            Debido a una superposición en la programación del Teatro Colón, el concierto correspondiente al Ciclo de Abono de la Orquesta Filarmónica de Buenos Aires (OFBA) tuvo lugar el pasado sábado 16 del corriente en vez del viernes 15. Si se tiene en cuenta que la jornada coincidió justo con el inicio de las vacaciones de invierno, fue muy provechoso para la Filarmónica, ya que contó con numeroso público que prácticamente agotó las localidades de pie en Paraíso, Tertulia y Cazuela para escuchar al director catalán Josep Vincent, quien junto al pianista Jean Louis Steuerman y la mezzosoprano Adriana Mastrángelo interpretaron las siguientes obras:

-          Danza española n°1 de “LA VIDA BREVE”- Manuel de FALLA (1876-1946)

-          Fantasía “Tarumá” para piano y orquesta- Joaõ Guilherme RIPPER (1959)

-          “El sombrero de tres picos”- Manuel de FALLA (1876-1946)

 

Independientemente de contar con la presencia de los principales solistas de las diferentes secciones de instrumentos, la Filarmónica presentó un sonido compacto desde su afinación, lo que garantiza de antemano un importante porcentaje del éxito de un concierto. Además, contó con su orgánico prácticamente completo para encausar las obras comprendidas en el repertorio. Se cumplió lo expresado anteriormente desde los primeros compases del celebérrimo vals de LA VIDA BREVE, el primero de los grandes éxitos en la talentosa carrera de Manuel de Falla, estrenado en Niza en 1913 y que contó con un suceso rotundo desde el mismo. El director catalán puso de manifiesto los atributos descriptos en el título de la presente nota para hacer su debut sobre el escenario del Colón y resultó ser una de las mejores interpretaciones de tan consabida obra. Su marcación y las entradas fueron muy precisas y contagió su entusiasmo a los músicos. Esto permitió que los principales solistas se lucieran en sus respectivos instrumentos -muy buenas actuaciones de Sebastián Tozzola en clarinete bajo y de toda la percusión en general, con la participación de Juan Ringer en timbales, Abril Delgado en bombo y Ángel Frette en placas y castañuelas-, logrando ese sonido y ritmo típicamente español.

El compositor brasileño Joaõ Guilherme Ripper compuso la Fantasía Tarumá tras conocer la laguna de dicho nombre (remanso del río Negro, afluente del Amazonas) en 2018, tras el estreno de una de sus obras en Manaos. Fue compuesta en 2018 por encargo de la Orquesta Filarmónica de Goiás y es una fantasía sinfónica con cierto aire de rapsodia en estilo neorromántico, de bella línea melódica, donde el piano presenta una serie de cadencias que conjugan ritmos folklóricos brasileños con melodías contemporáneas. Posee un bello solo de clarinete que da paso al solo de piano central antes de culminar con un tutti orquestal en acorde fff fortissimo. Fue estrenada en 2018 por la Filarmónica de Goiás bajo la dirección de Neil Thompson y la participación de Jean Louis Steuerman como solista. El pianista brasileño ha actuado en numerosas oportunidades sobre el escenario del Colón y quizás ésta fue su mejor interpretación, logrando un sonido prolijo, compacto y parejo. Vincent ofreció una gran versión de esta hermosa obra -en calidad de estreno local-, donde hubo una muy buena amalgama sonora entre orquesta y solista. El solo de clarinete estuvo a cargo de Matías Tchicouret, quien se lució en su interpretación.

Hacía mucho tiempo que no se ofrecía una versión integral de El Sombrero de Tres Picos en el Colón, y mucho menos con las arias cantadas. Quien escribe recuerda la monumental actuación de Ángel Pericet junto a sus hermanas -Carmencita y Amparo- sobre el escenario del Colón en 1987, quien trajo a su compañía de danza con cantaores flamencos para el cantejondo de la introducción. En este caso, fueron los músicos de la Filarmónica quienes batieron palmas para acompañar a Adriana Mastrángelo junto a los consabidos “Arza!” y “Olé!” bajo la marcación del director. Una versión exquisita, caracterizada por las andanzas entre La Molinera y el Corregidor -título original de la obra, que dio origen al ballet- pero además permitió el completo lucimiento de la orquesta. Vincent hizo “cantar” a la Filarmónica, que sonó como una auténtica orquesta española, con brillo y altísima calidad sonora. Los solos de fagot a cargo de Gabriel La Rocca estuvieron perfectos, con una  sublime pulcritud de sonido, al igual que el resto de los solistas de diferentes instrumentos. La voz de Adriana Mastrángelo sonó fuera de escena en la segunda aria previamente a la Danza del Corregidor, logrando un sonido típicamente hispano. La apoteosis llegó con la célebre farruca (Danza final), donde la entrega de la Filarmónica fue total. El público deliró y estalló en numerosos aplausos y vítores hacia el final del concierto.

No sólo fue una auténtica fiesta para los oídos de la numerosa concurrencia que se dio cita el sábado por la noche, sino también uno de los mejores conciertos de la Filarmónica en lo que va del año. Un director de raza y fuste, que resultó ser una de las grandes revelaciones del año merced a su talento e imprimió el típico sello español -gracia y salero- al repertorio para un final brillante.

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