viernes, 27 de septiembre de 2024

 


Escena de dúo de "Aurora" de Hector Panizza en el escenario del Teatro Colón tras mas de dos décadas de ausencia: Daniela Tabernig (Aurora), Fermín Prieto (Mariano).


                                                            "Aurora" en el Colón

Teatro Colón

Jueves 26 de septiembre de 2024 

Escribe: Graciela Morgenstern


Fotos:  PRENSA TEATRO COLÓN: ARNALDO COLOMBAROLI 


“Aurora”, de Héctor Panizza

Libreto: Luigi Illica y Héctor C. Quesada

Elenco: Daniela Tabernig, Fermín Prieto, Hernán Iturralde, Cristian Maldonado, Alejandro

Spies, Virginia Guevara, Santiago Martínez, Claudio Rotela y otros

Coro Estable del Teatro Colón

Director del Coro: Miguel Martínez

Orquesta Estable del Teatro Colón

Escenografía y vestuario: Graciela Galán

Iluminación: Roberto Traferri

Dirección de escena: Betty Gambartes

Dirección musical: Ulises Maino

"Aurora", la primera ópera argentina estrenada en el actual edificio del Teatro Colón, fue

también la última en representarse en esa sala en el siglo XX. Subió a escena por primera

vez el 5 de septiembre de 1908 bajo la dirección de su compositor y en versión original

italiana. Tuvo gran éxito desde sus primeras tres funciones, en las cuales, se debió bisar

la "Canción a la Bandera", fragmento que rápidamente se convirtió en el motivo más

popular y difundido de la ópera. Años más tarde, esta página fue adoptada por decreto

oficial, como canción patriótica en las escuelas primarias y secundarias de toda la

República. En 1942, Panizza comenzó a revisar su obra, con vistas a una versión

castellana del libreto.

La acción tiene por escenario los días de la gesta emancipadora. De los personajes

patriotas o realistas, en constante oposición de ideales y sentimientos, se destaca el rol

de Mariano como el más interesante, luchando con experiencias encontradas que lo

impulsan a enfrentarse o decidirse por realidades igualmente firmes y poderosas. El tenor

Fermín Prieto dio romántico impulso e inspirada fortaleza a este personaje. Si bien su

canto fue franco, hubiera sido deseable un poco más de peso vocal. Por otra parte, su

muy buen fraseo y musicalidad hicieron que su actuación fuera muy buena. Su entrega al

personaje fue muy aplaudida, especialmente en el aria "Alta en el cielo".

La soprano Daniela Tabernig encarnó Aurora demostrando, una vez más,su sovencia

vocal, técnica y dramática. Con legato impecable, confirió hondura interpretativa al rol

protagónico y marcó uno de los puntos fuertes de la velada.


Hernán Iturralde actuó con hidalguía y autoridad vocal componiendo un muy buen Don

Ignacio Del Puente, realista y padre de Aurora. Virginia Guevara fue una Chiquita de voz

fresca y agradable, realizando una eficaz interpretación.

Entre las diversas figuras de flanco que ambientan la trama, debemos destacar la labor de

Christian Peregrino, Santiago Martínez y Alejandro Spies como Don Lucas, Bonifacio y

Raimundo, respectivamente. El resto del elenco cumplió con su cometido.

El Coro Estable, bajo las órdenes de Miguel Martínez, realizó un muy buen trabajo, tal

como lo viene haciendo en las últimas temporadas.

El aspecto visual, autoría de Betty Gambartes en la "régie", con escenografía y vestuario

de Graciela Galán e iluminación de Roberto Traferri, tuvo sus más y sus menos. Si bien la

escenografía resultó agradable a la vista, en el primer acto, no estuvo ajustada al libreto.

No hubo ahí un convento derruído y el colmo de lo ilógico fue la imagen de la virgen con

la cabeza vuelta hacia un costado y ubicada frente a una escalera, sin un altar. La

marcación escénica en este acto también sufrió incongruencias. Por otra parte, la imagen

del sol que se vio durante el aria "Alta en el cielo", parecía salida de la antigua revista

"Anteojito", lo que quitó seriedad a un argumento que en realidad, muestra un período de

dramática tensión histórica. De la misma manera, el bisado de esta aria con participación

del público al final de este acto, interrumpió ese mismo desarrollo dramático, con un

cambio de atmósfera a un clima patriótico y festivo, fuera de lugar en ese momento de la

obra. El vestuario, en cambio resultó bello y colorido y la iluminación por momentos,

excesiva, especialmente en las escenas del atardecer.

Ulises Maino, por primera vez en el foso del Colón, destacó el lenguaje de amplia

vibración y elocuente dramatismo que contiene la partitura, aunque con sonoridad un tanto

excesiva especialmente en el primer acto. En todo momento resaltó la trascendencia

épica de la obra.

En el programa de mano, aparece una nota de Betty Gambartes que dice acerca de su

enfoque de la obra: "Con Ulises Maino nos abocamos a la revisión del material. Buscamos

que fuera más ágil, introdujimos nuevos cortes, trabajamos la traducción al castellano,

que no conformaba a Panizza. La del estreno de 1945 no respetaba la rítmica y los giros

melódicos naturales del castellano. Luego de mucho trabajo y dedicación, presentamos por

primera vez una versión que creemos celebra y dignifica la intención original de sus

autores."

Y la pregunta de siempre: Si creen ser tan geniales como para modificar la obra que

Panizza compuso, ¿por qué no compusieron una ópera propia?

CALIFICACION: BUENA

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