martes, 4 de junio de 2019


DOS REVELACIONES QUE ESPEREMOS PODER RETENER UN POCO MAS

Teatro Colón, Temporada 2019, Danza: “El Corsario”, Ballet en Tres Actos inspirado en el Poema de Lord Byron, con libreto de Vernoy de Saint Georges y Joseph Mazillier con Música de Adolphe Adam, Cesare Pugni, Leo Delibes y Riccardo Drigo en versión coreográfica de Anne-Marie Holmes. Intérpretes: Juan Pablo Ledo (Conrad), Camila Bocca (Gulnara), Maximiliano Iglesias (Lankendem), Emilia Peredo Aguirre (Gulnara), Jiva Velázquez (Alí), Edgardo Trabalon (Birbanto), Julian Galván (Pasha), Rodrigo Cuadra (Asistente del Pasha), Integrantes del Ballet Estable del Teatro Colón, Selección de Alumnos del Instituto Superior de Arte del Teatro Colón. Escenografía: Christian Prego, Vestuario: Aníbal Lápiz, Iluminación: Rubén Conde. Dirección del Ballet Estable: Paloma Herrera,  Repositora Coreográfica: Lorena Fernández, Orquesta Estable del Teatro  Colón, Director: Javier Logioia Orbe. Función Extraordinaria del 02 de Junio de 2019.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  La programación diseñada por Paloma Herrera para la presente temporada del Ballet Estable incluyó la reposición por cuatro funciones de “El Corsario”, espectáculo que con gran suceso se presentó la pasada temporada, la que marcó, entre otras, las celebradas presencias de Danil Simkin y Herman Cornejo en el escenario del Colón. En esta oportunidad la coreografía de Anne-Marie Holmes, que contara la pasada temporada con el montaje de Julio Bocca, fue repuesta por la Española Lorena Fernández , quien trabajara junto a Julio en el Ballet del S.O.D.R.E. de Montevideo, institución en la que continúa desempeñándose actualmente. Un reparto que sufrió modificaciones al anunciado originalmente, ya que Federico Fernández que debía asumir el rol protagónico de Conrad no pudo presentarse, por lo que Juan Pablo Ledo, quien encabezó el segundo reparto, lo hizo en la función que aquí comentamos.

  El Poema de Lord Byron que da origen a este ballet, al igual que a la opera homónima de Giuseppe Verdi, cuenta la historia del Corsario Conrad, quien junto a sus hombres toma por asalto el Gran Bazaar de Estambul, en donde conoce y se enamora de Medora, una esclava manejada por Lankendem, quien a su vez la logra vender al Pasha. La trama se cumplimenta con la pretensión que Birbanto, secuaz de Conrad tiene sobre Gulnara, otra esclava  también integrante del Harem del Pasha. El escape de ese sometimiento, las peleas entre el grupo del Corsario y la  venganza que el mercader trama contra el Este, dan origen a situaciones a veces de drama, a veces de humor, las que culminarán en el definitivo rescate de las mujeres, la huida en el barco pirata a través de una feroz tormenta, en la que los protagonistas se ven expulsados de la nave por la violencia de la misma y logren alcanzar la playa y la cueva del Corsario en donde finalmente los protagonistas verán cristalizado el amor.  

  Anne-Marie Holmes hace hincapié en las escenas de conjunto, mucho lucimiento en los dos principales roles femeninos (Medora/Gulnara), contrapuntos en los personajes masculinos (Conrad/Lankedem, Conrad /Birbanto, Ali/Lankedem, Ali/Birbanto) y algunos cuadros adicionales a cargo de personajes secundarios. De todo esto podemos mencionar que Juan Pablo Ledo impuso su escuela y su oficio para moldear a su Conrad con su reconocida técnica, pulcritud de desplazamientos y permanente enlace con el rol de Medora. Emilia Peredo Aguirre fue una estupenda Gulnara, con derroche de Belleza, magníficos desplazamientos y pleno entendimiento con sus compañeros. Edgardo Trabalón fue un muy buen Birbanto, el inescrupuloso secuaz de Conrad, capaz de entregar hasta a la propia compañera de su líder con tal de alcanzar sus propias pretensiones. Mostró solvencia y seguridad. De la misma manera Maximiliano Iglesias moldeó a Lankedem, un mercader que solo vive para sus negocios y la amistad aquí no cuenta. Lo expresó en muy buena forma, tuvo muy buena gestualidad y desplegó interesantes recursos. Desopilante el Pasha de Julian Galván. la mímica, la expresividad y sus prolijos movimientos lo llevaron a sostener una buena faena. Dentro de los roles secundarios, mencionamos al Trío femenino que realizó las variaciones del primer acto: Georgina Giovanonni, Ayelén Sánchez y Ludmila Galaverna. Magdalena Cortes como la  Sufrida mujer de Birbanto el traicionero secuaz de Conrad y todos los integrantes de las parejas de piratas que Bailan en la escena de la cueva de Conrad en el segundo acto. En cambio sigue el cuerpo de baile sin poder lograr una escena plena de conjunto con total sincronización de movimientos. Bella y funcional, la escenografía de Christian Prego, imaginativa hasta el último  detalle, no es novedad la belleza en la realización de Vestuario de Anibal Lápiz, ambos realzados por una estupenda iluminación de Rubén Conde. La Estable tuvo muy interesante participación, guiada en buena forma por Javier Logioia Orbe con buen entendimiento con el escenario.

  Lo mejor de la tarde fue la estupenda composición de Medora por parte de Camila Bocca, con técnica y desplazamientos exquisitos y  magnífica expresividad. Tuvo plenos enlaces con Ledo y total consustanciación con el Rol.

 El otro destaque le correspondió a Jiva Velázquez, la figura de la función. Técnica, agilidad, acrobacias plenas, exquisita composición del rol de Alí con gestualidad y expresión  absolutas. Fue un placer verlo actuar.

  Fue una interesante reposición que deja en el balance la confirmación de las condiciones de estos dos jóvenes valores a los que espero podamos verlos mucho más, aunque sus condiciones harán imperioso que deban tomar, tal vez y muy pronto, otros destinos.

Donato Decina

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