Concierto de la Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios
Filiberto con Christian Baldini, Javier Weintraub y Víctor Lavallén quinteto
.Orquesta Nacional de Música
Argentina “Juan de Dios Filiberto”
.Director: Christian Baldini
.Solista: Javier Weintraub,
violín
.Artistas invitados: Víctor
Lavallén, bandoneón; Diego Schissi, piano; Juan Pablo Navarro, contrabajo;
Guillermo Rubino, violín; Alejandro Bruschini, bandoneón
.Sala La ballena Azul, Centro Cultural
Kirchner, 5 de agosto, hora 20.
La
Orquesta Nacional de Música Argentina Juan de Dios Filiberto llevó a cabo en
este concierto el estreno de dos obras de gran originalidad musical.
Criaturas del fuego, de María Laura Antonelli, fue la
primera de ellas.
Se trata de un
concierto para violín y orquesta especialmente comisionado por la ONMA, que
incluye bandoneón, y elementos electroacústicos.
Desarrollada
en una sola secuencia tiene, sin embargo, un esquema tritemático que podríamos
caracterizar como momentos de intensidad/reposo/intensidad. Lleva al
instrumento solista a una exigencia virtuosística: en los momentos rápidos,
intensos y tajantes y en la expresiva serenidad de la sección central; en ésta el violín dialoga con los timbales, se
produce una suerte atmósfera de sereno misterio, hasta la progresiva
introducción de las secciones de la orquesta.
Reconocida
compositora y pianista, Laura Antonelli ha señalado que su idea compositiva fue
la de construir un tejido de eventos sonoros en una línea temporal, en sus
distintas texturas, un espacio acústico que contiene una suerte de sub texto
que alude a la sorpresa y a la evocación de “recuerdos que no ocurrieron.”
Combina, en su
textura –al decir de Javier Weintraub- las características más europeas de los
conciertos para violín y el tango argentino.
Diálogo de
tradiciones musicales, teoría acerca de espacio acústico y los elementos que en
él conviven, el concierto tradicional –en la idea en sí de escribir un
concierto para violín y orquesta- y una suerte de metamorfosis del tango, en
una síntesis en que ambos elementos configuran un espacio nuevo.
Javier
Weintraub, egresado del Conservatorio López Buchardo y ha integrado numerosos
conjuntos de cámara y orquestas sinfónicas; violinista virtuoso, ha realizado
giras por numerosos países, tales como Estados Unidos, Japón, Alemania, Suiza,
Inglaterra, por citar algunos.
María Laura
Antonelli es pianista, compositora, arregladora y docente del Conservatorio de
Astor Piazzola, de la Ciudad de Buenos Aires y del Manuel de Falla; ha actuado
tanto en nuestro país como en Europa y llevado a cabo una extensa carrera.
Tal como lo
señaló el maestro Baldini antes de comenzar el concierto, el solo hecho de una
mujer compositora escribiendo y estrenando un concierto para violín es algo de
por sí muy positivo y significativo.
Lavallén Sinfónico
Esta obra, que
ocupó la segunda parte del concierto, es una suite integrada por el arreglo de
once tangos compuesto por el maestro Lavallén y está conformada del siguiente
modo: I Amanecer ciudadano/ Mostonguero/ A la sombra del fueye/ De menor a
mayor (Víctor Lavallén y Pablo Estigarribia); II. Vigilia/ Amor de primavera/
De espaldas al relój. III. Atemporal /Buenosaireando/ De norte a sur/
Meridional.
Se trata de
obras que Víctor Lavallén tocó con los más grandes maestros del tango, como
Osvaldo Pugliese, en cuya orquesta Víctor Lavallén fue arreglador y
bandoneonista.
El modo en que
este material se despliega en el quinteto central y la orquesta es una prueba
del enorme talento de Diego Schissi como arreglador, además de pianista. Dio a
la obra un desarrollo en términos de rápido/lento/rápido, forma ternaria de
muchas obras sinfónicas.
En este
horizonte todas las combinaciones posibles están exploradas y explotadas: una
flauta introduce un elemento melódico sencillo que discurre hasta la entrada
del violín solista del quinteto, amplificado de manera que suena distinto a los
de la orquesta, se produce un diálogo a partir de ese elemento que va pasando a
la orquesta paulatinamente. En otros lugares es la orquesta la que introduce el
motivo que siempre se expande y transforma en la amplia paleta: piano,
quinteto, cuerdas, percusión, bandoneones.
Las
intervenciones del primer bandoneón y el segundo van desde la rítmica muy marcada a las
melodías –en la sección lenta- que, en su dulzura y delicadeza, discurren como
una improvisación que parece llevarnos a descubrir una solución siempre
inesperada. El bandoneón es tratado desde lo más notorio e intenso a lo más
suave y delicado en una gama muy amplia.
Si algo
caracteriza la obra es ese sentido de permanente invención.
Atento siempre
a las indicaciones del director, el quinteto se amalgama a la orquesta en una
obra de gran exigencia: rítmica, melódica y en sus dinámicas en la cual la
marcación es un aspecto central.
Un género
popular aparece como un género intuitivo y los músicos capaces de abordarlo son
también capaces de trabajar en una estructura formal, como lo es una orquesta
sinfónica. A sus 86 años Víctor Lavallén es una parte de la historia y del
presente, sus dotes de compositor e intérprete lo confirman.
Una de las
cosas que señaló el maestro Baldini al comienzo del concierto es el alto nivel
de la Orquesta Nacional de Música Argentina “Juan de Dios Filiberto”, lo cual
quedó absolutamente demostrado en este exigente programa. También destacó que
un programa de concierto no es algo menor: el modo en que las obras convergen
constituye de por sí una experiencia musical, sensoria y espiritual.
Dos obras
argentinas coetáneas, una propuesta original y una experiencia diferente: tal fue
lo deparado este concierto.
Eduardo Balestena
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