viernes, 23 de diciembre de 2022

 

UN CORRECTO CASCANUECES EN EL CIERRE

 

Teatro Colón, Temporada 2022. Ballet: “El Cascanueces”, en dos actos basado en el cuento “El Cascanueces y el Rey de los Ratones” de E.T.A. Hoffmann. Coreografía en versión de Rudolf Nureyev con reposición de Alleth Francillon. Música de Piotr Illich Tchaickovsky. Principales Protagonistas: Rocío Agüero (Clara), Jiva Velázquez (Drosselmeyer-Mago-Principe). Ballet Estable del Teatro Colón, Director: Mario Galizzi. Alumnos de Danza del Instituto Superior de Arte. Coro de Niños del Teatro Colón, Dir-: César Bustamante. Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Director: Ezequiel Silberstein. Escenografía y Vestuario: Nicholas Georgiadis. Iluminación: Ruben Conde. Función del 22 de Diciembre de 2022.

 

 NUESTRA OPINION: BUENO.

 

  Llegamos a la actividad final de esta temporada del Teatro Colón con el último espectáculo del Ballet Estable, cuerpo este que como todos sabemos comenzó el año sumido en una fuerte crisis que motivó la solicitud por parte de las anteriores autoridades de la casa, encabezadas por María Victoria Alcaraz,  de la renuncia a su entonces titular, Paloma Herrera, la que fue reemplazada por Mario Galizzi, hombre formado en el Colón y anteriormente por dos veces titular de este cuerpo, el que evidentemente en sus primeros pasos en esta nueva etapa logró aunar posiciones dentro del mismo, obteniendo presentaciones muy aplaudidas por el público como “Giselle” con la  espectacular actuación de Natalia Ossipova en el protagónico o “Romeo y Julieta” con un estupendo Herman Cornejo encabezando el elenco.

 

  Una de las primeras decisiones tomadas por el nuevo  Director fue reemplazar el Ballet “La Viuda Alegre” por el clásico de navidad: “El Cascanueces”, pero recurriendo a la versión montada por Rudolf Nureyev en 1967, que el mismo Bailarín/coreógrafo presentara en 1971 en el Colón con un extraordinario suceso, siendo acompañado en el rol de Clara por las Argentinas Olga Ferri y Norma Fontenla (esta última a pocos meses de su trágica desaparición física). Quizás el rasgo  más llamativo de la muy interesante versión realizada por el gran genio ruso sea la reinterpretación de la ensoñación de Clara en donde la figura de Drosselmeyer adquiere una marcada presencia paternal  por lo que se resumen en una persona los roles masculinos de Drosselmeyer,el Mago y el Príncipe, mientras que la propia Clara asume en el gran pas de deux el rol que en el original está conferido al Hada Confite y en algunas de las danzas intervienen convertidas en figuras que intervienen en las mismas los familiares y amigos asistentes a la casa de la joven esa noche de navidad (por ejemplo Padres y Abuelos).

 

En la función a la que asistí la dupla protagónica la conformaron Rocío Agüero como Clara y Jiva Velázquez asumiendo los tres roles masculinos. La primera tuvo un correcto desempeño con buena técnica, correctos desplazamientos y siempre en la búsqueda de una permanente conexión con su compañero. En cuanto a Jiva Velázquez no ha sido esta su mejor noche. Se lo notó preocupado por estar en todos los detalles y hasta tratando de asistir del mejor modo posible a su compañera por lo que no lució a pleno y con la frescura que nos tiene acostumbrados. De todos modos fue muy correcta su participación.

 

  Dentro de la extensa nómina de personajes que intervienen en los diferentes momentos de la obra, rescato la simpática intervención de la dupla de hermanos de Clara que fue compuesta por Beatriz Boos y Vinicius Vasconcelos. La pareja de abuelos compuesta por Claudia Pereyra Sábato y un impagable Rodrigo Cuadra. El propio Cascanueces que al cobrar vida en el sueño es muy bien interpretado por Franco Noriega y su oponente, el Rey de los Ratones, magníficamente compuesto por Maximiliano Cuadra.  Los copos en la escena final del primer acto caracterizados de modo impecable por Natalia Pelayo y Caterina Stutz. Ya en el segundo acto la pareja que compusieron en la Danza Arabe Eliana Figueroa (con exquisita plasticidad) y Alan Pereyra (secundando encomiablemente a su compañera). Un simpático trío compuesto por Luciano García, Williams Malpezzi y Sebastián Bustos brindó gracia y frescura en la danza china, mientras que nuevamente Caterina Stutz, Natalia Pelayo y Franco Noriega lucieron en la danza pastoral.

 

  En las escenas de conjunto el Ballet Estable lució plenamente, aun cuando se detectaron algunas pequeñas  imprecisiones. Muy bien elegidos, se presentaron en muy correcta forma los alumnos del Instituto Superior de Arte. Siempre vigentes tanto la escenografía como el vestuario de Nicholas Georgiadis  y, de impecable factura, la iluminación de Rubén Conde resaltó las características de cada escena. Estupenda intervención en la escena final del primer acto le cupo al Coro de Niños del Teatro con la preparación de César Bustamante. Ezequiel Silberstein, al frente de la Filarmónica de Buenos Aires,  brindó una estupenda concertación del primer acto con momentos de altísimo refinamiento. Ya en el segundo se mantuvo muy atento a cada una de las danzas que requieren tiempos ajustados a cada bailarín y lo hizo con creces.

 

  La sumatoria de todo lo expuesto dio por resultado un correcto espectáculo, magnífico en lo visual, con momentos de alto vuelo musical y algunos muy buenos desempeños. Esperamos ahora los desafíos del 2023. Y como viene ocurriendo en el último mes, Orquesta y Bailarines elevaron sus pancartas reclamando recomposición salarial y discusión de la carrera laboral, ante el cerrado aplauso de adhesión del público presente.

 

Donato Decina

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