Creditos: Prensa Teatro Colón.Fotografía del Maestro Arnaldo Colombaroli
PUCCINI SE IMPUSO POR SOBRE TODO
Teatro
Colón, temporada 2023. Opera: Ultima representación de “Madama Butterfly” Drama
en tres actos con Libreto de Luigi Illica, versificación de Giuseppe Giacosa y
Música de Giacomo Puccini basada en la obra teatral “Madama Butterfly a Tragedy
of Japan” de David Belasco, a su vez inspirada en el relato homónimo de John
Luther Long con base en “Madame Chrysantheme” de Pierre Loti. Intérpretes: Anna
Sohn (Cio-Cio-San/Madama Butterfly), Fermín Prieto (B.F. Pinkerton, Oficial de
la Marina de los Estados Unidos), María Luján Mirabelli (Suzuki), Omar Carrión
(Sharpless, Cónsul de Estados Unidos en Nagasaki) , Ramiro Pérez (Goro), Felipe
Carelli (Príncipe Yamadori), Emiliano Bulacios (Tío Bonzo), Juan Barrile (Comisario
Imperial), Edgardo Zecca (Oficial del Regístro), Rosario Mesiano (Kate
Pinkerton), Marina Torres (La Madre), Constanza Castillo (La Madre), Roxana
Horton (La Tía), Alina Geldymuradov Rutkauskas/Uma Michele Florencio Lisandro
Silva (Dolore). Orquesta Estable del Teatro Colón, Coro Estable del Teatro
Colón, Director: Miguel Martínez, Escenografía: Nicolás Boni, Vestuario: Sofía
Di Nunzio, Videos: Matías Otálora, Iluminación: José Luís Fiorruccio. Dirección
de Escena: Livia Sabag. Dirección Musical: Carlos Vieu. Sala Principal: 17
de Noviembre de 2023. Espectáculo
integrante del Ciclo “Divina Italia”.
NUESTRA OPINION: BUENO.
Queridos lectores, si alguno de Uds. siguió
en vivo el programa de streaming del pasado viernes 17, recordará que cerca de
las 19,45 hs. dejé la conducción en manos de mi compañera Martha Cora Eliseht.
Con una incipiente lluvia en ese sector de Buenos Aires me costó conseguir taxi
pero finalmente a las 19,50 lo abordé. Por la ruta que tomamos para llegar al
Colón llamó mi atención que algunos automovilistas lo hacían raudamente por lo
que mandé un mensaje a la gente encargada de atender prensa en el pupitre de
platea avisando mi demora, lo que fue contestado de manera muy rápida, avisándome
que de alguna manera sería ubicado, cosa que desde ya agradezco en un ciento
por ciento. Al llegar a la entrada de platea sobre calle Libertad, los
empleados de seguridad me informaron que no podía ingresar al foyer y que debía venir la gente de atención a la
prensa a buscarme. Los controles de sala vieron la escena y de inmediato al
reconocerme bajaron a buscarme, pero siento a mis espaldas un gatillar de
máquinas fotográficas y al darme vuelta me topo con el hasta ese momento
candidato presidencial Javier Milei junto a su pareja, la humorista Fátima Flórez
quienes se disponían a ingresar a ver el
espectáculo. De inmediato pensé si en plena veda electoral cabía su presencia
en una función con asistencia masiva de público (doy plena fe de que el teatro
rebalsaba de público y que este era genuinamente argentino y operómano) sabiéndose
que al detectarse de inmediato su presencia, la misma generaría adhesiones y
rechazos por igual y se transformaría en un acto político que violaría la prohibición
de efectuarlos (Sé que las redes sociales no están alcanzadas por dicha
prohibición, pues aún no se legisló en la materia y pareciera que no hay
interés de Ntros. legisladores en hacerlo). Pues bien, como todos Uds. saben,
el escandalo ocurrió, luego del intervalo al regresar el candidato presidencial
junto a su pareja al palco balcón de platea asignado. Sus seguidores comenzaron
a aplaudir su presencia, mientras que el público simpatizante de otras
expresiones políticas repudiaron su presencia con canticos y consignas y ahí se
armó una batahola verbal entre ambos sectores a ver quién gritaba más fuerte. Leyendo declaraciones de este incidente por
parte del Sr. Director General del Teatro, Jorge Telerman en el sentido de que
el Sr. Milei era un espectador más concurriendo a la función y que repudiaba la
expresiones de intolerancia de una parte del público, algunos músicos de la
Orquesta Estable y algunos coreutas, en mi más humilde opinión no coincido con
eso y debieron haberse tomado recaudos para que aun permaneciendo en la sala se
evitara esta situación. Tras diez minutos de escalada verbal, que por suerte no
derivó en consecuencias más graves, bajó la intensidad de las luces de sala,
ingresó el concertino al foso ante el aplauso general y con la entrada del Maestro
Vieu, se acallaron las voces y Puccini se impuso ante todo, a tal punto que al
final, con el Sr. Milei en su ubicación , se aplaudió a los intérpretes y luego
el retiro en perfecto orden, más allá de algún espectador que buscó la foto o
el autógrafo con el candidato que a la hora de estar escribiendo este párrafo
acaba de ser reconocido como Presidente electo de la Nación. Que cada cual haga
su interpretación. La mía e incluso de allegados personales de reconocida
militancia Kirchnerísta que estaban a mi lado, horrorizados por lo que se veía,
es que fue la noche más negra de la historia del Teatro.
Tras esta narración, la más precisa posible
ante relatos absolutamente distorsionados por parte de ambos sectores
enfrentados, vamos a lo que importa, lo artístico que es lo que nos atrajo, lo
que nos gusta y lo que nos lleva a esta opinión.
La concepción escénica de la brasileña Livia
Sabag acerca de esta tragedia Pucciniana, es la de una familia degradada,
teniendo en cuenta la parte fundamental del texto en el primer acto con la
presencia del puñal con que el padre de Cio-Cio-San se ha quitado la vida, envío
del Mikkado, obedeciendo de inmediato la orden de salvar su honor. Una casa
modesta, la que al partir Pinkerton luego de consumar su “hazaña”, se degrada con
aludes cada vez mayores que hunden más a
la protagonista y su entorno. Pregunta: ¿Goro
le ofrece a Pinkerton ese escenario?. Creo que no. Por lo tanto de ahí en más
en un entorno que parte de una concepción interesante pero errada, es que los
intérpretes vocales salieron a hacer lo suyo, construyendo cada personaje que
les ha tocado en suerte interpretar.
En tal sentido Anna Sohn en el protagónico
tiene buen y grato timbre, pero su caudal no alcanza a cubrir el ámbito del
Colón. Tiene muy buenos recursos actorales con lo que pudo dar vida a esa
adolescente que se hace mujer a la fuerza, por lo que de ese modo compensó su déficit vocal. Pudo llegar
dignamente al final. Fermín Prieto tuvo una actuación sumamente laudatoria. Muy
asentado en lo vocal con generosa
entrega de recursos vocales y muy buena
actuación le dio a su Pinkerton el punto exacto. Sobrador, aventurero,
mujeriego pero ante todo avisando que su esposa será “verdaderamente americana”.
Hace caso omiso de los consejos de Sharpless se devora el mundo y tres años
después, lejos de hacerse cargo del desastre que dejó en Nagasaki, huye dejando
en manos del Cónsul y su “esposa americana” la solución del drama. Dos
respetados y queridos intérpretes: María Lujan Mirabelli y Omar Carrión impusieron
sabiduría interpretativa y vocal para sus logradas creaciones de Suzuki y
Sharpless respectivamente. Dio gusto verlos en escena. Resultó muy eficaz e
interesante el aporte de Ramiro Pérez como Goro. La exacta combinación negocios/cinismo
con una voz sumamente interesante. Laudatoria intervención para Emiliano
Bulacios como el Tío Bonzo. Voz firme y potente y solvente presencia escénica
para ese momento en que el drama se inicia. Felipe Carelli lució su buen
registro y logró exponer la ansiedad y el deseo del Principe Yamadori. Su actuación
fue muy solvente. Rosario Mesiano resultó una revelación con buena figura y muy
correcta voz como Kate Pinkerton. Tuvo muy buena intervención escénica. Los
coprimarios que intervinieron en el resto de los roles, lo hicieron con
absoluta corrección. Muy buen vestuario de Sofía Di Nunzio, la estupenda
iluminación de un especialista como José Luís Fiorruccio y bien llevados los
videos por Matías Otálora de acuerdo a los lineamientos solicitados por la
Directora de Escena.
El Coro Estable lució de modo magnífico con
la sólida preparación de Miguel Martínez.
La Orquesta Estable brilló bajo la guía de Carlos Vieu, Ntro. mayor conductor operístico
actual. Sólida, afinada, precisa en cada ataque y ante cada indicación. Lógico
ida y vuelta con el palco escénico. Fue un deleite escucharlos.
Es por todo esto que la función presenciada
fue salvada del naufragio. El Colón debería hacer un balance del ciclo “Divina
Italia”. Los resultados de este año no han sido a mi entender satisfactorios.
Donato Decina
No hay comentarios:
Publicar un comentario