lunes, 19 de septiembre de 2022

 

HACERSE OIR CON LA FUERZA DE LOS HECHOS

 

“Conmigo o con Nadie”, Opera en un acto de Mailen Ubiedo Myskow. Intérpretes: Mairin Rodriguez (Felicitas Guerrero), Karen Brandán (María), Joel Iglesias Alcorcel (Saenz Valiente), Francisco Morales Quiroga (Tahiel), Ramiro Brandan Korosec (Luís), Rodrigo Olmedo (Enrique Ocampo), Silvina Suarez (Narradora).Vestuario: Tamara Pirillo, Leisa del Valle Ruíz, Agustina Constanzo y Delfina Callo.  Diseño y Realización Escenográfica: Rocío Arlía, Caracterización: Valeria Bejarano y Tatiana Solorzano. Coro y Orquesta: Director Musical: Emiliano García Pérez. Dirección Escénica: Angela Chuffo. Teatro “Hasta Trilce”, función del18/09/22.

 

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

 

 Dos historias narradas simultáneamente en tiempo real, una muy conocida que ocurrió en la parte final del siglo diecinueve y la otra en Ntros. días. El final es igual en ámbas: la muerte de la mujer a manos de hombres que han sentido amor enfermizo por ellas, relaciones terminadas, rechazo a seguir juntos y de ahí a un paso el femicidio. Felicitas Guerrero es una de ellas. María, una joven del interior es la otra. Felicitas está a punto de consumar su unión con Sáenz Valiente, Enrique Ocampo lo impide asesinándola. Tahiel es la pareja de María. Ella le anuncia que está embarazada de un hijo suyo-Total felicidad. Aparece Luís, su ex pareja,  ya en las primeras escenas la maltrata, la humilla y ahora, preso de furia la asesina. Es un logro, muy grande el haber podido realizar un libreto sumamente conciso y contundente a la vez. Narrar en música dos historias en simultáneo. Fue muy eficaz el recurso de colocar en una narradora el relato del origen de estas historias, como también un juego escénico  en donde vale el texto para ambas historias. También es muy interesante el empleo de los ritmos folckloricos argentinos, en este caso la vidala y la baguala y que las voces líricas perfectamente puedan con ellos desarrollar su canto. Y esto ha sido posible porque Mailen Ubiedo Myskow ha madurado como compositora, ha logrado aplicar mucho de los conocimientos que ha adquirido. El empleo de una pequeña formación instrumental denota la influencia que en ella ha ejercido uno de sus formadores, Marcelo Delgado, y todo esto lleva a que el producto final sea de una altísima calidad. Ubiedo Myskow logra aquí unir elementos contemporáneos con los ritmos nativos que influenciaron a los primeros grandes maestros argentinos y eso también es un logro fortísimo. Ha contado con la inestimable colaboración de Angela Ciuffo en la dirección escénica quien de modo impecable trazó a los personajes, se apoyó en una muy buena iluminación escénica y una muy práctica ambientación realizada por Rocío Arlía. Extrajo de cada interprete los mejores recursos actorales y jamás cayó en el golpe bajo. No se muestran los asesinatos, se los da por sentados. La violencia se expresa en los breves diálogos teatrales, de la misma manera que los diálogos de amor. Fueron impecables los desplazamientos del coro, por momentos apoyando a la narradora como en el teatro griego y en otros buscando donde están las mujeres que transitan el peligro. Las voces protagónicas han sido muy bien seleccionadas desde Mairin Rodriguez como Felicitas Guerrero y una espectacular Karen Brandan como María, pasando por Francisco Morales Quiroga como Tahiel, el verdadero amor de María con un estupendo registro tenoril y muy buena escena. Ramiro Brandan Korosec como Luís, muy imbuido en su muy violento personaje, Rodrigo Olmedo con grato timbre y correcta escena para dar vida al no correspondido Enrique Ocampo. Joel Iglesias Alcorcel como Saenz Valiente creció con el correr de la función y mostró buena línea canora. La revelación de la noche fue Silvina Suarez, con muy buen registro de soprano en el rol de la narradora, tuvo formidable presencia escénica y aquí también da pié a que elogiemos tanto el vestuario realizado con  materiales reciclables por Tamara Pirillo junto a Leisa del Valle Ruíz, Agustina Constanzo y Delfina Callo, sumado a las muy buenas caracterizaciones de Valeria Bejarano y Tatiana Solorzano.  Una prueba de ello es que la narradora fue presentada como una operaria de calle con uniforme,  cobertor y cintas de peligro, que no es otro que el que emerge de las historias a contarse. Tanto las voces del coro como el soporte instrumental han sido excelentemente seleccionados,  muy bien preparados y conducidos por Emiliano García Pérez quién tuvo plena conexión con el palco escénico y logró una impecable concertación. En el final, todas las voces interpretan un “Requiem Aeternam” que inicia en música los oficios de difuntos, intercalado con el “Lacrymosa”. Se solicitó que no haya aplausos y las mujeres del coro llamarán por el nombre y entregarán a los espectadores un volante reclamando por búsquedas no resueltas. Fue estremecedor.

 

 Donato Decina

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