lunes, 8 de mayo de 2023

 

Extraordinario concierto de clausura del Festival KONEX 2023

 

GALA DE CIERRE DE ALTA GAMA

Martha CORA ELISEHT

 

            A diferencia de otras ediciones anteriores del Festival KONEX de música clásica, el tema correspondiente para el corriente año ha sido Brahms y la música gitana. Sin embargo, el concierto de cierre de la presente edición de dicho Festival estuvo integrado por obras de otro gran compositor: Antonín Dvořak (1841-1904), hecho que tuvo lugar el pasado domingo 7 del corriente en el auditorio del Centro Cultural KONEX bajo la dirección del maestro Carlos Alberto Vieu al frente de la orquesta del Festival, con la participación de José Araujo como solista, en un programa formado por las siguientes obras:

-          Coro de gitanos de “IL TROVATORE” (versión instrumental)- Giuseppe VERDI (1813- 1901)

-          Danza eslava n°8, Op.46- Antonín DVOŘAK (1841-1904)

-          Concierto en Si menor para violoncello y orquesta, Op.104- Antonín DVOŘAK (1841-1904)

-          Sinfonía n°9 en Mi menor, Op.95 (“Del Nuevo Mundo”)- Antonín DVOŘAK  

Ante un auditorio prácticamente colmado de público, el concertino David Bellisomi hizo su presentación sobre el escenario para dar lugar a la tradicional afinación de instrumentos previamente a la entrada del director, quien puso su tradicional énfasis para brindar una correcta versión del célebre Coro de gitanos que da inicio al 2° Acto de IL TROVATORE. Si bien hubo algunas imperfecciones al inicio, no le restó mérito. La orquesta tomó vuelo y ofreció una buena versión de tan consabida pieza.

De los múltiples conciertos compuestos para violoncelo y orquesta, el Op.104 de Dvořak es quizás, el más conocido y permite un perfecto lucimiento del solista. Fue compuesto en 1895 durante su estadía en Estados Unidos, mientras se desempeñaba como director del Conservatorio de Música de New York. Su estilo es netamente romántico en forma de sonata, ya que consta de tres movimientos (Allegro/ Adagio ma non troppo/ Finale: Alegro moderato- Andante- Allegro vivo), donde Dvořak introduce melodías folklóricas típicas de su país de carácter dramático en los dos temas presentados por la orquesta en el 1° movimiento antes de la intervención del cello, que son retomados por el instrumento solista. En cambio, el Adagio ma non troppo posee un clima más nostálgico y melancólico, donde se introduce un led del propio compositor (“Déjame solo”, Op.82) y culmina plácidamente, mientras que, en el último movimiento introduce melodías folklóricas checas que culminan en un final brillante. En la presente versión, pudo apreciarse una muy buena calidad de sonido desde la introducción por parte del clarinete marcando el primer tema del 1° movimiento, que se mantuvo durante todo el desarrollo de la obra, donde los solistas de cada grupo de instrumentos se lucieron en sus respectivas intervenciones. Y la labor de José Araujo fue excepcional: no sólo lo tocó de memoria, sino que, además, brindó una versión brillante, de neto corte romántico. Su fraseo, cadencias, trinos y cascadas fueron de una perfección absoluta y, además, le agregó un ingrediente fundamental: emoción. Se lo notó perfectamente compenetrado con la obra y lo tocó con el alma. El cello es el instrumento más parecido a la voz humana y, por lo tanto, posee múltiples matices que le permiten “cantar” la melodía, que fue la característica de esta magnífica interpretación. También se destacó David Bellisomi en la cadencia en el dúo entre el solista y el primer violín del 3° movimiento, al igual que Fernando Chiappero en los solos de corno. El público estalló en aplausos y vítores tras su ejecución.

De todas las sinfonías de Dvořak, la n°9 en Mi menor es la más conocida y fue recibida con un gran éxito de púbico y crítica desde su estreno, acontecido en el Carnegie Hall de New York en 1893 a cargo de la Filarmónica de dicha ciudad dirigida por Anton Seidl. Fue compuesta entre 1892 y 1893 durante la estancia de Dvorak en Estados Unidos, pero hay un error de apreciación en cuanto a su título: no es Del Nuevo Mundo, sino Desde el Nuevo Mundo. Según palabras del compositor: “En realidad, no he utilizado melodías de los nativos americanos. Simplemente, he escrito temas originales que incorporan las peculiaridades de la música indígena y los he desarrollado como sujetos con todos los recursos del ritmo, contrapuntos y recursos orquestales modernos”.  Estas características se desarrollan en los 4 movimientos que la integran: Adagio - Allegro molto/ Largo/ Scherzo: molto vivace- Poco sostenuto/ Allegro con fuoco, donde se alternan melodías originales de Bohemia con la alusión a la danza indígena en el scherzo del 3° movimiento -inspirado en La Canción de Hiawatha, de Longfellow-. La versión ofrecida por Carlos Vieu fue magistral desde todo punto de vista, con una soberbia marcación de tempi, vuelo instrumental, fuste y enjundia para culminar el cierre del Festival a toda orquesta con una interpretación de excelencia.

Para el año próximo, el tema de la 9° edición del Festival será Bizet y la música francesa. Un evento de calidad excepcional que convoca y que ya forma parte de la tradicional temporada porteña de conciertos, además de ser una de las pocas entidades privadas que apuestan e invierten en cultura.

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