martes, 19 de octubre de 2021

 

Muy buena actuación de la soprano Verónica Cangemi junto a la Estable del Colón

 

IMBUIDOS DEL ESPÍRITU MOZARTIANO

Martha CORA ELISEHT

 

            La Temporada 2021 de la Orquesta Estable del Teatro Colón será recordada como una de las mejores en materia de Ciclos de Conciertos de Abono. No sólo por la excelente labor de sus integrantes, sino también por la presencia de prestigiosos directores y la jerarquía en sus interpretaciones de las diferentes obras que integran los programas. Prueba de ello ha sido el concierto ofrecido por dicho organismo sinfónico el pasado sábado 16 del corriente en el mayor coliseo del país, con la participación de la soprano Verónica Cangemi y el pianista Fernando Pérez como solistas bajo la dirección de César Bustamante, en un programa compuesto íntegramente por obras de Wolfgang Amadeus Mozart (1735-1791) que se detalla a continuación:

-          Obertura de “EL RAPTO EN EL SERRALLO”, K.384

-          “Vado, ma dove?... Oh, Dei!”, aria para soprano y orquesta K.583

-           Obertura de “DON GIOVANNI”, K.527

-          “Mi tradi quell’alma ingrata”- DON GIOVANNI, K.527

-          Obertura de “LAS BODAS DE FÍGARO”, K.492

-          “Porgi, amor”- LAS BODAS DE FÍGARO, acto II, K.492

-          “Dove sono i bei momenti”- LAS BODAS DE FÍGARO, acto III, K.492

-          Rondó concertante en Re mayor para piano y orquesta, K.386

-          “Ch’io mi scordi di te?... Non temor, amato bene”, K.505

 

El genio de Salzburgo sólo tenía 25 años cuando compuso EL RAPTO EN EL SERRALLO (Die Entführung aus dem Serail) en 1781 tras su llegada a Viena. Contó con el apoyo de Gottlieb Stephanie -director del Nationalsingspiel por aquel entonces-, quien quedó impresionado por su anterior ópera -ZAIDE- y decidió componer el libreto él mismo. En aquel entonces, existía en Europa un furor por todo lo que tuviera que ver con lo oriental y particularmente, las turquerías -magistralmente representadas por Rossini en sus óperas L’ITALIANA EN ALGHIERI e IL TURCO IN ITALIA-. La obra se estrenó en el Burgtheater de Viena en 1782 y fue un suceso rotundo desde su inicio, con gran aceptación por parte del público. En la obertura ya se introduce al oyente en el clima de fábula, con melodías que combinan el contraste entre el mundo oriental y occidental. Si bien la versión ofrecida por la Estable ha sido muy correcta, una pudo percibir cierto exceso por parte de los instrumentos de percusión -especialmente, tambor y platillos-. No obstante, no le ha restado mérito merced a la labor realizada por los intérpretes.

A continuación, Verónica Cangemi hizo su presentación sobre el escenario con “Vado, ¿ma dove?... Oh, Dei!”, donde ofreció una muy buena versión de esta aria. La soprano mendocina posee una voz ideal para este tipo de composiciones y lo demostró merced a su musicalidad, técnica e interpretación. Originalmente, Mozart la compuso como aria alternativa para una ópera de Vicente Martín y Soler (“Il burbero di buen cuore”, EL GRUÑÓN DE BUEN CORAZÓN), con texto de Lorenzo Da Ponte en 1789 y narra la preocupación del personaje de Lucila al enterarse que su esposo atraviesa graves problemas económicos, rogándole al amor que la guíe en tan difícil momento. Finalmente, la ópera no se concretó y quedó como aria para soprano y orquesta.

La celebérrima obertura de DON GIOVANNI encontró en la Orquesta Estable una digna interpretación, caracterizada por un excelente equilibrio sonoro que permitió resaltar los momentos de mayor dramatismo en los motivos ascendentes y descendentes característicos de la misma, al igual que en la sección central que narra las andanzas del gran seductor. Asimismo, Verónica Cangemi también se destacó en el aria de Donna Elvira (“Mi tradi quell’alma ingrata”), donde la protagonista hace alusión a la contradicción que siente entre su amor por Don Giovanni y el despecho. El personaje le calzó como un guante y le permitió destacarse tanto vocal como actoralmente. Lo mismo sucedió con la otra gran obra integrante de la trilogía Mozart/ Da Ponte (LAS BODAS DE FÍGARO), cuya obertura constituye uno de los grandes “caballitos de batalla” de toda orquesta de ópera. La Estable no ha sido la excepción a la regla y ofreció una versión fresca, chispeante y destacada por la maestría de sus músicos. La dirección de César Bustamante fue perfecta desde todo punto de vista. Posteriormente, la soprano ofreció una muy buena versión de las dos arias de la Condesa (“Porgi, amor” y “Dove sono i bei momenti”), donde el espíritu mozartiano se hizo sentir gracias a su perfecta coloratura y muy buen manejo de los trinos y fioritura.

La otra gran figura de la noche fue el pianista Fernándo Pérez, quien también pareció estar imbuido del espíritu del compositor mencionado anteriormente. En efecto, brindó una soberbia versión del mencionado Rondó para piano y orquesta K.386, que completó en 1782 pero que se no se publicó en vida del compositor. Sus piezas fueron vendidas a diferentes compositores en 1799 y tras un arduo trabajo de investigación y reconstrucción musical, el manuscrito se reconstruyó en el siglo XX y no es en sí mismo un rondó propiamente dicho, sino una serie de variaciones. Se inicia como un Allegretto grazioso y presenta dos cambios de tiempo (Adagio/Allegro), donde el piano retoma el tema inicial para la recapitulación final. Pérez ofreció una versión magistral, caracterizada por ese sonido cristalino, preciso y equilibrado característico del genio de Salzburgo. Y la orquesta supo acompañarlo perfectamente merced a la gran correspondencia entre músicos, solista y director.

Para terminar, los solistas se unieron a la orquesta para brindar el aria de concierto “Ch’io mi scordi di te?...”, compuesta en 1786 y caracterizada por un diálogo entre la soprano solista y el piano con ribetes cuasi operísticos. Tanto Cangemi como Pérez se lucieron en su interpretación, desempeñando una muy buena labor que se vio coronada por los numerosos aplausos y vítores al finalizar la misma.

La música de Mozart no sólo es inmortal, sino que se caracteriza por su frescura y espontaneidad. Quizás por eso gusta tanto al público de todo el mundo y sigue perfectamente vigente hasta nuestros días. Y si se ofrece en versión de gran jerarquía como la narrada en esta nota, permanecerá inalterable y tan popular con el correr de los tiempos.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario