martes, 28 de mayo de 2024

 

DIGNO FINAL MUSICAL PARA LAS FIESTAS MAYAS

 

Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación, Temporada 2024. Concierto: Director: Sebastiano de Filippi. Solista: Agustina Gabaglio (Clarinete). Programa: Obras de Alberdi, De Rogatis, Romanelli, Camps y Williams. Salón de los Pasos Perdidos del Congreso Nacional 27 de Mayo de 2024.

 

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

 

  Tuvo lugar una nueva presentación (dentro de su ciclo regular) de la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación en el tradicional ámbito del Salón de los Pasos Perdidos del Palacio Legislativo. En esta oportunidad, la Orquesta actuó bajo la dirección de su titular, Sebastiano de Filippi, y la programación estuvo íntegramente compuesta por obras de compositores nacionales para un concierto denominado “Al Cabildo” en adhesión a la celebración de un nuevo aniversario de la “Revolución de Mayo de 1810”, sin por eso olvidar a las otras dos celebraciones que se ensamblan (“Día de la Escarapela” y “Día del Himno Nacional”), las que así conforman las denominadas “Fiestas Mayas”. La Orquesta contó con la colaboración de la Asociación Argentina de Compositores para el armado del concierto.

  Siempre es bueno recordar la veta de compositor de Juan Bautista Alberdi y más aún si llega de la mano de su composición más emblemática: “Figarillo”, un minué que lleva dicho título recordando el seudónimo que él mismo utilizaba en sus tiempos de articulista y que aquí se ofreció en un arreglo de Pedro Logia para Orquesta de Cuerdas. La versión fue vertida en exacto punto ya que de Filippi logró plasmar el aire melancólico por el que la página transita.

 

  Un estupendo hallazgo constituyó el rescate de la “Suite Arabe” de  Pascual de Rogatis, compositor al que mayormente se lo ofrece en concierto a través de las danzas incluidas en su ópera  “Huemac”. Aquí nos encontramos con tres números: “La Soledad”, de extenso discurso en donde la música alcanza momentos de suma emotividad. “El Oasis” en el segundo de los números, página de intenso desarrollo y una vibrante “Danza Arabe” final en donde se animó a incursionar en los ritmos de medio oriente. Aquí el Director logró extraer todos los detalles de las páginas con un conjunto muy bien ensamblado que brindó un sonido sumamente homogéneo, logrando que este trabajo se constituyera en uno de los puntos más altos de la velada.

 

  En el final de la primera parte se asistió a la interpretación del “Preludio y Fantasía Andaluza”  del compositor Flavio Romanelli, la que surgiera a partir del encargo de la propia Orquesta de Cámara del Congreso y en el que la clarinetista Agustina Gabaglio  fue la solista. Es una obra sumamente interesante cuyos dos movimientos se interpretan sin solución de continuidad. Una primera parte de corte introspectivo que da paso luego a un tema de clara esencia española para total lucimiento de la solista. Agustina Gabaglio fue la intérprete ideal.  Alto refinamiento sonoro, absoluta sensibilidad, muy bien secundada por el Director y los músicos  quienes le brindaron un estupendo acompañamiento. No extrañó que el público que se dio cita en el Salón de los Pasos Perdidos le tributase un cerrado y sostenido aplauso coronado por el gesto de De Filippi de levantar en alto la partitura para que sea el compositor el receptor del tributo.

 

  Ya para la segunda parte, asistimos a una magnífica versión de “Pórtico, Serenata y Villancico” de Pompeyo Camps de quién este año se celebra el centenario de su nacimiento. Discípulo de Jaume Pahissa, autor de Operas como: ”La Hacienda”, “Marathon” y “La Oscuridad de la Razón” (todas ofrecidas en el Teatro Colón de Buenos Aires),  el Concierto para Flauta y Orquesta o páginas esencialmente orquestales como “Greenwich 58” o la chispeante “Ragtime’s Suite” (que le valió un gran reconocimiento del público en un recordado concierto al aire libre en Barrancas de Belgrano en los albores de la actual democracia). Crítico de música, ejerció la actividad en los diarios “La Opinión” y “Clarín” (en este último caso junto a profesionales de la talla de Napoleón Cabrera y Roque de Pedro). Aquí Camps nos sorprende con un trabajo de lenguaje tonal con pasajes descriptivos cuyo remate lo constituye un Villancico inspirado en música de Cataluña. Dio verdadero gusto el poder escucharlo y la Orquesta lució a pleno bajo la guía precisa y segura del titular. Cabe destacar la presencia en la sala de las hijas del compositor realzando así a este merecido homenaje.

 

 Y para cerrar, no podía estar ausente la música de Don Alberto Williams a través de una magnífica versión de la “Primera Serie Argentina”, cuatro formas distintas de nuestro folcklore plasmadas en el pentagrama con extrema sabiduría: “Huella”, “Milonga” (de corte bien campera”), la celebérrima “Vidalita” (la misma que en la versión cantada fuera inmortalizada por Beniamino Gigli en su recital de 1952 en el teatro Gran Rex) y como cierre un “Gato” simpático y divertido. De Filippi logró aquí una versión sencillamente brillante con una exquisita respuesta del conjunto, alcanzado instantes de alta emotividad y demostrando su gran capacidad de trabajo.

 

Sobresalió en la noche un detalle no menor y fue la decisión del Director de “rotar” en esta oportunidad a sus dos principales violinistas. Es así que Catriel Galván (Guía de segundos violines) ocupó el sitial de concertino y el real titular (Pablo Pereira) lo hizo en la posición de su compañero. La experiencia fue sumamente buena.

 

                                                                                                            Donato Decina

No hay comentarios:

Publicar un comentario