Excepcional cierre del Festival
CHOPINIANA por Rafal Łuszczweski en el Palacio Paz
UNA
LECCIÓN DE PUREZA Y VIRTUOSISMO SONORO
Martha
CORA ELISEHT
Como
no podía ser de otra manera, el concierto de cierre del Festival CHOPINIANA
tenía que estar a cargo de un intérprete de suma jerarquía. Esta vez, la
responsabilidad cayó sobre el pianista polaco Rafal -Raphael- Łuszczweski,
quien ofreció el pasado miércoles 2 del corriente el mencionado recital de
clausura de dicha entidad en el Salón Nicolás Levalle del Palacio Paz, quien
contó con el auspicio de la Embajada de Polonia en Buenos Aires y la presencia
de la Embajadora de dicho país, al igual que con autoridades de la Fundación
que preside Martha Noguera -quien tuvo a su cargo las palabras de cierre-, el
encargado militar de España en Argentina y el encargado de Cultura del círculo
Militar -Coronel Castiglione- entre otros.
El
programa estuvo integrado por las siguientes obras:
-
Suite “De la época de
Holberg”- Edvard H. GRIEG (1843-1907)
-
Chaconne-
Johann S. BACH (1685-1750) (transcripción para piano de Ferruccio BUSONI
(1866-1924))
-
Dos paráfrasis sobre
canciones (Lieder)- Robert SCHUMANN
(1810-1856)
Franz
LISZT (1811-1886)
-
Berceuse, Op.57
-
Barcarola, Op.60- Frederic
CHOPIN (1810-1849)
-
Concierto de Varsovia
(transcripción para piano solo- arreglo de
Rafal Łuszczweski)- Richard ADDINSELL (1904-1977)
Para
el presente recital se utilizó un piano Bruckner de 2,20 metros de largo, que
resultó una decisión muy acertada para lograr un sonido puro, prístino, que
junto con la deslumbrante digitación, pulsación y virtuosismo de este eximio
pianista polaco fueron las principales características del concierto.
Independientemente de sus virtudes como pianista, Łuszczweski sorprendió al
público con explicaciones y breve reseña sobre las obras en un perfecto y
fluido castellano. En un viaje relámpago que duró sólo 48 horas, el intérprete
brindó un masterclass y se bajó del avión para dirigirse inmediatamente al
Palacio Paz y ensayar el concierto. Al día posterior al evento debía retornar a
Varsovia para cumplir con sus compromisos artísticos. Una cabal demostración de
profesionalismo, que quedó plasmada desde los primeros compases de la versión
original para piano de la célebre Suite Holberg de Grieg, donde se lo
vio sumamente concentrado, preciso y seguro, con un perfecto dominio de los tempi
y una soberbia interpretación de los halling y springar que
forman parte de esta obra. Lo mismo sucedió con la monumental transcripción de
Ferruccio Busoni sobre la Chaconne de la Partita en Re menor para
violín de Bach, donde Łuszczweski volvió a sorprender con su prodigiosa
digitación y la potencia de su pulsación en una colosal serie de escalas
ascendentes y descendentes, lo cual logró que, en vez de sonar típicamente
barroco, fuera mucho más romántico. Y por sobre todas las cosas, apasionado. La
ovación fue total tras su interpretación.
La
segunda parte del recital abrió con dos transcripciones de Franz Liszt
sobre lieder de Schumann: Noche
de Primavera y Canción de Amor, que no sólo sonaron sumamente bellas
y románticas, sino también sumamente precisas. El polaco volvió a deslumbrar en
las cadencias, arpegios, tresillos y otros elementos de técnica
pianística en estas piezas para pasar a uno de los platos fuertes de la noche:
la célebre Berceuse en Re bemol mayor, Op.57, que fuera compuesta en
1844 y que ha sido llevada al disco en numerosas grabaciones -la más célebre,
la de Arthur Rubinstein- y que sonó auténticamente chopiniana. El hecho de ser
polaco influye -y mucho- en la interpretación de la obra de Chopin. Y si bien
la Berceuse corresponde a la etapa francesa del compositor, no por ello
deja de tener las características particulares de su música. De la misma época
es la Barcarola en Fa sostenido mayor, Op.60 (1845-46), que sonó
auténticamente chopiniana. Tras los aplausos y vítores, Rafal Łuszczweski
volvió a tomar el micrófono para explicar la historia del célebre Concierto
de Varsovia de Richard Addinsell, compuesto en 1942 como música de fondo
para la película Dangerous Moonlight (Vuelo suicida), que narra la
historia de un pianista polaco y piloto de aviación que se alista en la Royal
Air Force para defender a su patria junto a las tropas aliadas durante la
Segunda Guerra Mundial. Los productores del film le solicitaron originalmente
la composición de la música a Sergei Rachmaninov, pero éste se negó. Por lo
tanto, recurrieron al compositor británico -cuya obra comprende casi
exclusivamente música para películas- y le impusieron una condición: debía
sonar similar a Rachmaninov. Addinsell compuso la melodía y Roy Douglas, la
orquestación. El resultado fue un éxito rotundo, que vendió nada más ni nada
menos que tres millones de copias en todo el mundo. En este caso, Łuszczweski
ofreció un arreglo para piano de su autoría, que sonó de manera romántica y
precisa, además de ser un placer y una exquisitez para los oídos. Un ejemplo
magnífico de virtuosismo, que se vio coronado por un estallido de aplausos, que
motivó al pianista a ofrecer una monumental versión del celebérrimo Estudio
n°12 en Do menor (“Revolucionario”) de Chopin, que sonó auténticamente
patriótico. El pianista explicó que el 11 de Noviembre próximo se festeja el
día de la independencia en Polonia y, por lo tanto, nada mejor que una pieza
que demuestre el patriotismo y el amor que Chopin sentía por su tierra natal,
de la cual tuvo que emigrar para preservar su vida y a la que nunca olvidó. El
auditorio volvió a estallar en aplausos y ofreció una de las Baladas de
Chopin para dar un cierre definitivo al recital y al Festival. Posteriormente,
Martha Noguera agradeció la presencia del público e invitó a participar del
brindis de clausura.
El
cierre de CHOPINIANA 2022 va a ser recordado como uno de los grandes eventos
del año. Para el año próximo, se espera contar con intérpretes de altísimo
nivel para brindar una auténtica demostración de virtuosismo. Rafal Łuszczweski
lo es y una espera que retorne más seguido a la Argentina para volver a
deleitar al público con la pureza de su sonido y la jerarquía de sus interpretaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario