domingo, 27 de noviembre de 2022

 

 

 

SIEMPRE SORPRENDENTE-SIEMPRE SORPRENDIENDO

 

Concierto a cargo de la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación: Director: Sebastiano de Filippi. Solista: Adrián Felizia (Viola). Programa: Obras de Piazzolla, Wagner, Haydn y Dvorak. Salón del Primer Piso de la Ex Confitería del Molino, 25 de Noviembre de 2022.

 

NUESTRA OPINION: EXCELENTE.

 

  En lo que ha sido la penúltima presentación de este año  de sus conciertos regulares, la Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación Argentina lo hizo en esta oportunidad en el marco del salón del primer piso que perteneciera a la Confitería del Molino. Se trata de un ámbito absolutamente restaurado y preservado tal como luciera al menos hasta los tiempos previos a su cierre allá por la última década del pasado siglo. Erigido durante la “Belle Epoque”, sus revestimientos en madera, sus columnas de mármol, las arañas de caireles de cristal, el imponente vitral que corona su cielorraso y sus pisos de roble de Eslavonia son mudos testigos de una Argentina ambiciosa,  que pretendió ser la “París de Sudamérica” o tal vez parte por extensión de ese “Rincón Madrileño” en Buenos Aires como se puede denominar a la Avenida de Mayo. En ese lugar, que se reveló como un muy interesante espacio para la audición de música, dada la buena acústica que producen los elementos que anteriormente describí, se ha presentado el conjunto del Congreso. Dos elementos coronaron a este imponente salón: un “palco” musical ubicado en la parte superior al fondo del salón que permitía la presentación de músicos en vivo para amenizar las fiestas que allí se celebraban y la presencia de un piano de cola como mudo testigo (¿pertenecería al inventario de la confitería o cual sería su origen? ). ¿No sería bueno comprobar su estado, restaurarlo e incorporarlo como patrimonio de la orquesta?.

 

  Denominado “Legado Europeo” el programa incluyó: “Tardecita Pampeana”, pagina fechada en 1949 por Astor Piazzolla, del que si bien sabemos de su formación europea bajo la guía de Nadia Boulanger, en esta breve página toma como base un tiempo de vidalita al estilo de Don Alberto Williams, no exenta de algunos toques sumamente personales que la Orquesta muy bien guiada por De Filippi se encargó de exponer en buena forma. Si debemos darle una definición, bien podría tratarse de un ejercicio de composición muy grato al oyente y exhibe una faceta distinta del gran compositor nacional. Como quiera que fuese, sea muy bienvenida su audición.

 

  Otra revelación del concierto fue la presentación de “Una hoja de Album” de Richard Wagner, catalogada como WWV 94 de su producción y fechada en 1861. Un trabajo para cuerdas sumamente interesante de extensa exposición, con hábil manejo de la melodía y pasajes de interesante belleza sonora en la que las cuerdas tuvieron instantes de gran lucimiento. ¿Serán primeras audiciones tanto esta obra como la de Piazzolla?. Quedarán como interrogantes ante la falta de información previa.

 

 La primera parte culminó con la interpretación del Concierto en Do mayor, Hob VIIb:1 de Franz Joseph Haydn, originalmente compuesto en 1761 para violonchelo y orquesta de cuerdas y aquí ofrecido en una transcripción para viola y orquesta de cuerdas cuyo autor de la misma se desconoce. Adrián Felizia, solista de dicho instrumento en la Orquesta Estable del Teatro Colón, tuvo a su cargo el rol central. A lo largo de sus tres movimientos exhibió refinado y muy bello sonido y un perfecto entendimiento con la Orquesta y el Director, quienes a su vez demostraron estar a la altura de la página con participaciones muy ajustadas y un sonido muy homogéneo. Ha sido una muy buena versión de este trabajo, coronada por el sostenido aplauso de la concurrencia, que debió haber sido más sostenido aún de no haber mediado la intempestiva intervención de la locutora oficial de la transmisión vía streaming de este concierto para anunciar lo que se había escuchado. Vaya a saberse la causa de tanto apuro.

 

  La segunda parte estuvo íntegramente dedicada a la Serenata para Cuerdas Op. 22 de Antonin Dvorak.  Obra de 1875, a lo largo de sus cinco movimientos exhibe la belleza y la frescura de las melodías bohemias a las que el compositor tanto honró, la melancolía expresada como en tantas otras páginas suyas a través del tiempo de Vals,   y  a la profundidad que  alcanza el “Larghetto” previo al cierre de la composición. Sorprendió el conductor empleando un ”tempi” apenas algo más lento de lo habitual pero con el que ganó en una mayor homogeneidad en las exposición de los temas. Vaya el reconocimiento fundamental para las dos violonchelistas del conjunto que en gran parte de la obra debieron asumir el rol de sostén de la orquesta ya sea desde los “pizzicato” como en un  trabajo de “contínuo”. Todos los instrumentistas a partir del trabajo y la guía del Concertino, Pablo Pereira, ofrecieron una labor contagiosa y sin fisuras, dando por resultado una versión impactante, largamente saludada por el público y, aquí sí, sin interrupciones “a las apuradas”.

 

  Dado que el clima de Buenos Aires a esta altura del año marca el comienzo de las épocas de altas temperaturas, sería muy buenos que de producirse nuevas presentaciones en este ámbito del “Molino” se produzcan en época invernal, momento justo para poder apreciar allí la buena música. Ah, por supuesto, hay un piano ahí con ganas de volver a hacerse escuchar. Háganse cargo y no se olviden de él. La Orquesta estará agradecida.

 

Donato Decina

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