Excepcional versión de “NOCHE TRANSFIGURADA” a cargo
de Pedro I. Calderón en el Museo Rómulo Raggio
UNA NOCHE PARA RECORDAR
Martha CORA ELISEHT
El título de esta nota no pretende
ser la paráfrasis de una famosa película inglesa de 1959 sobre el naufragio del
Titanic (“A NIGHT TO REMEMBER”), sino
el recuerdo de una noche maravillosa que tuvo lugar el pasado sábado 19 del
corriente en el Museo de la Fundación Rómulo Raggio de Vicente López dentro del
Ciclo de Música de Cámara organizado por dicha entidad, donde el Cuarteto de
Amigos se transformó en un sexteto, con la presencia del cellista Siro
Bellisomi y los violistas Carla Regio y Eliseo Oreste como músicos invitados–quienes
reemplazaron a su colega Elizabeth Ridolfi por compromisos artísticos- y bajo
la impecable dirección de Pedro Ignacio Calderón interpretaron las siguientes
obras: Segundo movimiento (Andante ma
moderato) del Sexteto para cuerdas n°1,Op.18 de Johannes Brahms (1833-1897)
y Noche Transfigurada (Verklärte Nacht),
Op.4 para sexteto de cuerdas de Arnold Schönberg (1874-1951).
El mencionado Ciclo de Música de
Cámara ofrece conciertos de excelente calidad, donde se invita a prestigiosos
grupos y solistas a presentar sus obras. Bajo la dirección de Haydée Seibert,
se extiende de Abril a Noviembre en la sede del citado museo los segundos
sábados de cada mes. En este caso, tuvo que postergarse por las inclemencias
climáticas que tuvieron lugar el fin de semana próximo pasado.
Debido a que el programa radial se
emite en vivo desde el Museo, previamente al concierto una puede escuchar a los
músicos ensayando y haciendo los últimos ajustes antes de salir al escenario. Y
ya desde el ensayo se escuchaba un sonido puro, compacto, rico en matices de
ambas obras. Además, hubo un valor agregado: el hecho de apagar las luces para
ambientar el auditorio y lograr un clima ideal para la interpretación de la
segunda obra.
Johannes
Brahms compuso dos Sextetos para cuerdas,
de los cuales, el primero es el más conocido y fue compuesto en 1860,
cuando el músico estaba al servicio de la corte de Detmold. El 2° movimiento de
este Sexteto (Andante, ma moderato) fue
utilizado como música de varias películas (Les
Amants, de Louis Mallé y La Lección de
Piano). Escrito en la tonalidad de Re menor, es una variación para dos
violines, dos violas y dos cellos. Comienza con un vibrante solo de cello, al
cual prosiguen las violas y los violines en contrapunto en una melodía de
singular belleza y línea armónica. El Cuarteto de Amigos junto a los
instrumentistas invitados logró una versión caracterizada por un sonido
compacto, equilibrado, redondo y puro. Si bien todos y cada uno de los músicos
brindaron una interpretación magistral, se destacaron en la presente versión la
cellista Myriam Santucci y la violista Carla Regio.
NOCHE
TRANSFIGURADA (Verklärte Nacht) fue compuesta por Schönberg en 1899 como
sexteto para cuerdas (dos violines, dos violas y dos cellos) y representa una
obra “bisagra” entre el post romanticismo alemán de Wagner y Brahms y el
dodecafonismo vienés (estilo de composición que rompe con los cánones
tradicionales, del cual Schönberg es considerado el padre del mismo). Posteriormente,
realiza una transcripción para orquesta de cuerdas en 1917, que es la más
popular y difundida. Está basada en el poema homónimo de Richard Dehmel y
dedicada a Mathilde von Zemlinsky (esposa del compositor) y posee un único
movimiento, dividido en 5 secciones –acorde a las estrofas que componen el
poema-. El argumento describe a una pareja que, durante una noche de luna, la
mujer le revela a su amante un terrible secreto: está embarazada de otro
hombre. En la composición, los sentimientos y emociones de los protagonistas
pueden dividirse en 3 secciones: el inicio en tono menor, caracterizado por la
tristeza de la mujer; un interludio neutral, para luego desembocar en un final
en tono mayor, donde el hombre acepta y perdona a la mujer. (O sieh, wie klar das Welttall schimmert! Es
iste in Glanz un Alles her! ¡Mira cuán claro reluce el Universo! ¡Hay un brillo
sobre todo!). Desde el punto de vista musical, cada una de las secciones
constituye una auténtica metamorfosis de la narrativa y representa el primer
ejemplo de música programática escrita para sexteto de cuerdas. La versión
ofrecida constituyó un monumento a la exquisitez y el buen gusto, donde cada
uno de los intérpretes ejecutó su parte de manera impecable. Unido esto a la
magnífica dirección de Pedro Ignacio Calderón, fue una interpretación excelsa y
de enorme jerarquía. Tanto Myriam Santucci como Siro Bellisomi demostraron por
qué son solistas de sus instrumentos en las orquestas donde actúan -Sinfónica
Nacional y del Teatro Argentino de La Plata, respectivamente- y ambos se
lucieron en sus solos. Pero la revelación de la noche fue –sin dudas- la joven
violista Carla Regio, quien ofreció un solo de viola magistral, logrando un
sonido prístino a ese maravilloso instrumento. El contrapunto de las violas con
los dos violines –Haydée Seibert y Gustavo Mulé- sonó de forma sublime e
imponente. Todos los instrumentistas poseen un magnífico fraseo y hacia el final, Gustavo Mulé se lució en
los acordes en cascada, mientras que
Eliseo Oreste lo acompañó en pizzicato. Hacia
el final, la melodía se evanesce hasta que la última nota queda suspendida por
parte del primer violín (Haydée Seibert). El público estalló en un vitoreo y
aplauso unánime, que obligó al sexteto a bisar los últimos compases de la
misma.
Es un auténtico placer escuchar las
obras en sus versiones originales, y más aún, con intérpretes de jerarquía y
bajo una dirección soberbia. El resultado es una combinación perfecta para
coronar un ciclo exitoso, en una noche para recordar en presencia de la
maravillosa compañía de la música.
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