SABER APROVECHAR LA
OPORTUNIDAD
Teatro
Colón, temporada 2019: Opera: “Don
Pasquale”, en tres actos y cinco escenas con música de Gaetano Donizetti y
libreto de Giovanni Ruffini basado en el libreto de Angelo Anelli para “Ser
Marcantonio” de Stéfano Pavesi. Intérpretes: Víctor Torres (Don Pasquale da Cornetto), Constanza
Díaz Falú (Norina), Santiago Martínez (Ernesto), Luís Loaiza Isler (Dr.
Malatesta), Felipe Carelli (Notario), Coro Estable del Teatro Colón, Director:
Miguel Martínez, Orquesta Estable del Teatro Colón. Escenografía e Iluminación:
Enrique Bordolini. Vestuario: Imme Möller, Puesta en Escena: Fabio Sparvolli.
Dirección Musical: Srba Dinic. Función del 02 de Octubre de 2019.
NUESTRA OPINION: BUENO.
Hace algunos
años tuve oportunidad de asistir a un “Don Pasquale” organizado por el Teatro
Argentino de La Plata con un elenco encabezado por el inolvidable Oscar “Quique”
Grassi, acompañado por Paula Almerares, Carlos Gramajo (quien de emergencia
reemplazó al tenor originalmente anunciado) y como el Doctor Malatesta, Víctor
Torres. Hoy este extraordinario valor de la lírica nacional asumió el
protagónico en una función destinada a promover a los jóvenes artistas de
acuerdo al programa que el Instituto Superior de Arte del Teatro Colón tiene
para tales fines, integrando la última de las funciones de la nueva
presentación escénica que el Teatro hace en su temporada oficial bajo las
ordenes escénicas del titular del espectáculo, Fabio Sparvolli y la Dirección
Musical del serbio Srba Dinic, a quien días pasados valoramos por llevar de
emergencia a buen puerto “La Condenación de Fausto”.
Veintiún años de ausencia es demasiado para
un título que forma parte del gran repertorio. Sucede con esta ópera lo mismo
que con “Rigoletto”, por ejemplo. El retorno al escenario aconteció con una
escenografía polifuncional de Enrique Bordolini compuesta por toda la tirantería
que conforma el esqueleto de una casa con los ambientes bien diferenciados.
Según la ocasión, el plato giratorio la colocará como la residencia del protagonista,
mientras que otro ángulo nos la mostrará como el domicilio de Norina. Yendo al “plato”
se apreció que fue girado por figurantes. ¿Es que no hay solución técnica?. Es
una puesta atemporal, aun cuando el vestuario de época de la servidumbre
insinúe cierta “tradición”. La iluminación del propio Bordolini estuvo acertada
en todo momento y no dejó nada librado al azar. Brillo en los conjuntos, el
foco justo para los momentos de intimidad. El vestuario de Imme Möller va en
línea directa con la propuesta visual. La Regie de Fabio Sparvolli (mas allá de
la atemporalidad en cuanto a época) fue muy esquemática y pareció que dejó
hacer a los interpretes de acuerdo a sus respectivas capacidades actorales. Con
respecto a éstos, todos evidenciaron soltura escénica y si hubo sonoras risas
de parte del público fue porque supieron refrendar con la actuación las frases
que el subtitulado iba entregando en consonancia con dicha acción.
Vocalmente, Víctor Torres hizo gala de señorío
y oficio. Tuvo irreprochable línea de canto. No cayó en la tentación de la sobreexigencia
y trazó de buena forma al protagonista, al que el regisseur lo muestra como un
hombre de 70 años pero actual. Constanza Díaz Falú fue la gran figura de la
noche. Quienes ya la conocemos por sus actuaciones en “Buenos Aires Lírica”, “Juventus
Lyrica”, el Argentino de La Plata y la Opera de Cámara del Colón, vemos en Ella
a un valor en constante crecimiento. Fue una exacta Norina. Viuda Joven pero
experta que sabe lo que quiere y lo sigue hasta las últimas consecuencias. Su
Voz corrió por toda la sala, el timbre fue grato y la línea de canto
irreprochable. Santiago Martínez trazo
de muy buena forma a Ernesto con buena actuación y estupenda línea de canto. Su
“Come e gentil” alcanzó el mismo nivel que al entonarlo en la gala de “Juventus
Lyrica” en el mismo Colón días pasados. Luís Loaiza Isler trazó a un correcto
Dr. Malatesta, compensando con actuación los momentos en que su caudal vocal no
alcanzaba a cubrir toda la sala. De todas formas esto es un comienzo y
persistiendo en el trabajo no dudo en que los progresos no tardarán en
aparecer. En su corta aparición Felipe Carelli fue un estupendo Primo/Notario,.
El Coro Estable tuvo brillante lucimiento, muy bien preparado una vez más por
Miguel Martínez.
En la faz musical, Srba Dinic demostró que no
solo es un excelente piloto de tormentas, sino que con tiempo de preparación
puede realizar una concertación superlativa. Lo tuvo todo: Brillo, fraseo,
entrega, matices, rendimientos superlativos del conjunto, el que lo saludo con
el típico “golpeteo de pies” al ingresar a dirigir el último acto. Tuvo plena
conexión con los intérpretes y redondeó una labor de excelencia.
El balance nos deja, la generosidad de un
valor extraordinario que apoyó sin retaceos a sus jóvenes colegas y a estos no
desaprovechando la oportunidad que el Colón les brindó. Costumbre que se debe
repetir todos los años. Y ,como si fuese poco, a un extraordinario Conductor al
que se lo debe volver a ver más seguido.
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Donato Decina
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