FESTIVAL DE
SUTILEZAS
Mozarteum
Argentino, Temporada 2019: Presentación de la Orquesta Sinfónica de Montreal,
Director: Kent Nagano. Solista: Alexandra Soumm (Violín). Programa: Obras de
Mozart y Mahler. Teatro Colón, 08 de Octubre de 2019.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
Luego de
producida hace una semana la visita de la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo,
el Mozarteum Argentino completó su propuesta de música sinfónica de la corriente
temporada volviendo a convocar a la Orquesta Sinfónica de Montreal, la que
retornó de la mano de su titular, Kent Nagano, en el marco de una gira que
incluye además Brasil, Chile, México y Estados Unidos, la que marcará además el
inicio de la temporada de despedida del conductor Norteamericano, el que dará
preponderancia a partir del año próximo a su asociación con la Opera y la Orquesta
Filarmónica de Hamburgo. Lamentablemente
no pudo contarse con la Violinista Veronika Eberle, quien estaba anunciada
originalmente como solista. En su lugar fueron convocadas dos solistas para
abordar las obras que Eberle había programado para esta gira. En el concierto
al que “De paraíso para Usted” asistió, la violinista francesa de origen moscovita
Alexandra Soumm fue quién abordó el Concierto para violín y orquesta Nº 3 en
Sol mayor de Mozart, marcado en el catálogo Kv. con el Nº 216.
La estructura de esta obra está enmarcada
dentro del ordenamiento mas frecuentado por el compositor para esta forma, es
decir la sequéncia de Allegro, Adagio y Rondó y siempre contando con una
cadencia para el solista al final de cada movimiento. Los diálogos entre
interprete y conjunto son casi permanentes y requieren de plena conexión entre
todas las fuerzas dispuestas en el escenario. El desarrollo, estupendamente
conducido por Nagano, tuvo plena conexión y hasta sutiles gestos de complicidad
entre el conductor y la solista. En cuanto a Esta última, Soumm exhibió un
riquísimo sonido, formidable técnica y un maravilloso bagaje de sutilezas. Nagano
guió con sabiduría al conjunto, dándole a la joven interprete un “ropaje”
excepcional, conduciendo a la obra a una interpretación “perfecta”.
Luego de la merecida ovación con la que el
público saludó a esta versión, Soumm leyó en perfecta lengua castellana un mensaje dirigido por Ella
al público expresando su satisfacción de estar en el país y en el Colón,
resaltando además a la cultura de la Argentina y de sus habitantes y de tener
además “al mejor jugador de fútbol del mundo” (aunque no aclaró a cuál de los
cuatro se refería[Moreno, Di Stefano, Maradona o Messi]). Tras lo cual anunció
que tras una obra tal sutil, abordaría una página de mayor despliegue enérgico
y que se trataría del último movimiento de la segunda sonata para su
instrumento de Eugene Ysaye, la que efectivamente mostró toda la energía, el
talento y la capacidad de esta
interprete a la que deberemos seguir con atención en cada paso futuro que vaya
produciendo.
No cabe duda que la expectativa en este
programa la marcó la posterior interpretación por parte de la Orquesta de la
Sinfonía N 5 en Do sostenido menor de Gustav Mahler. Invariablemente se produjo
la inevitable comparación con la versión que Sir Simon Rattle ofreciera junto a
la Orquesta Sinfónica de Londres en el mismo Teatro Colón en Mayo pasado. Si
aquella mostró todo el colorido, la tensión, la energía y la belleza, el
enfoque del Mtro. Nagano fue de un sonido “mate” en donde todos los planos
sonoros pudieron percibirse inclusive algunos en los que la masa sonora al
estar en “forte” produce una emisión homogénea.. Aquí hubo frases enteras en
las que las familias de instrumentos pudieron apreciarse de manera nítida. Uno
podrá optar por un enfoque de mayor vehemencia o por este , también válido, de
Nagano, el que tuvo la muy saludable audacia de hacerlo en los dos primeros
movimientos en donde la inflexible “Marcha Fúnebre “ del inicio, se funde con
el posterior “tormentoso” al que Mahler indica “con máxima vehemencia”(incluso
se permitió “respirar” un tanto más entre ambos pasajes, repitiendo lo mismo
entre los dos movimientos finales aun cuando los últimos compases del inmenso “adagietto”
son continuados hasta que el corno abre el “rondó” final. Vuelvo a reiterar que
si bien yo me inscribo en la línea de mayor homogeneidad y vehemencia, es
interesante el enfoque que el conductor norteamericano adoptó, sin caer en convencionalismo
alguno y de modo para nada rutinario. A partir del “Scherzo”, se puedo apreciar
un “crescendo” en la versión merced al imponente “canto” orquestal que Nagano
obtuvo por parte del conjunto. Aquí si puedo afirmar que el mensaje “mahleriano”
llegó pleno al auditorio y si pudieron existir imprecisiones en algún sector
como los metales, no hacen al fondo de la sustancia. El “adagietto” mostró a
una cuerda sutil y riquísima que alcanzó picos de emotividad muy fuertes y el “Rondó
finale” de cierre mostró, la vitalidad, la chispa y dejó claramente en evidencia
el modo optimista con el que compositor cerró la obra. No debemos olvidar que
en el proceso de gestación apareció el amor de su vida, Alma Schindler, y como
bien decía el gran musicólogo español José Luís Pérez de Arteaga, la quinta
transita el pasaje de la sombra a la luz y Nagano lo describió con creces. Con
muy buen criterio no hubo bises, estuvo todo dicho.
Donato Decina
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