miércoles, 9 de octubre de 2019




FESTIVAL DE SUTILEZAS

Mozarteum Argentino, Temporada 2019: Presentación de la Orquesta Sinfónica de Montreal, Director: Kent Nagano. Solista: Alexandra Soumm (Violín). Programa: Obras de Mozart y Mahler. Teatro Colón, 08 de Octubre de 2019.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  Luego de producida hace una semana la visita de la Orquesta Filarmónica de Luxemburgo, el Mozarteum Argentino completó su propuesta de música sinfónica de la corriente temporada volviendo a convocar a la Orquesta Sinfónica de Montreal, la que retornó de la mano de su titular, Kent Nagano, en el marco de una gira que incluye además Brasil, Chile, México y Estados Unidos, la que marcará además el inicio de la temporada de despedida del conductor Norteamericano, el que dará preponderancia a partir del año próximo a su asociación con la Opera y la Orquesta Filarmónica de Hamburgo.  Lamentablemente no pudo contarse con la Violinista Veronika Eberle, quien estaba anunciada originalmente como solista. En su lugar fueron convocadas dos solistas para abordar las obras que Eberle había programado para esta gira. En el concierto al que “De paraíso para Usted” asistió, la violinista francesa de origen moscovita Alexandra Soumm fue quién abordó el Concierto para violín y orquesta Nº 3 en Sol mayor de Mozart, marcado en el catálogo Kv. con el Nº 216.

  La estructura de esta obra está enmarcada dentro del ordenamiento mas frecuentado por el compositor para esta forma, es decir la sequéncia de Allegro, Adagio y Rondó y siempre contando con una cadencia para el solista al final de cada movimiento. Los diálogos entre interprete y conjunto son casi permanentes y requieren de plena conexión entre todas las fuerzas dispuestas en el escenario. El desarrollo, estupendamente conducido por Nagano, tuvo plena conexión y hasta sutiles gestos de complicidad entre el conductor y la solista. En cuanto a Esta última, Soumm exhibió un riquísimo sonido, formidable técnica y un maravilloso bagaje de sutilezas. Nagano guió con sabiduría al conjunto, dándole a la joven interprete un “ropaje” excepcional, conduciendo a la obra a una interpretación “perfecta”.

  Luego de la merecida ovación con la que el público saludó a esta versión, Soumm leyó en perfecta  lengua castellana un mensaje dirigido por Ella al público expresando su satisfacción de estar en el país y en el Colón, resaltando además a la cultura de la Argentina y de sus habitantes y de tener además “al mejor jugador de fútbol del mundo” (aunque no aclaró a cuál de los cuatro se refería[Moreno, Di Stefano, Maradona o Messi]). Tras lo cual anunció que tras una obra tal sutil, abordaría una página de mayor despliegue enérgico y que se trataría del último movimiento de la segunda sonata para su instrumento de Eugene Ysaye, la que efectivamente mostró toda la energía, el talento  y la capacidad de esta interprete a la que deberemos seguir con atención en cada paso futuro que vaya produciendo.

     No cabe duda que la expectativa en este programa la marcó la posterior interpretación por parte de la Orquesta de la Sinfonía N 5 en Do sostenido menor de Gustav Mahler. Invariablemente se produjo la inevitable comparación con la versión que Sir Simon Rattle ofreciera junto a la Orquesta Sinfónica de Londres en el mismo Teatro Colón en Mayo pasado. Si aquella mostró todo el colorido, la tensión, la energía y la belleza, el enfoque del Mtro. Nagano fue de un sonido “mate” en donde todos los planos sonoros pudieron percibirse inclusive algunos en los que la masa sonora al estar en “forte” produce una emisión homogénea.. Aquí hubo frases enteras en las que las familias de instrumentos pudieron apreciarse de manera nítida. Uno podrá optar por un enfoque de mayor vehemencia o por este , también válido, de Nagano, el que tuvo la muy saludable audacia de hacerlo en los dos primeros movimientos en donde la inflexible “Marcha Fúnebre “ del inicio, se funde con el posterior “tormentoso” al que Mahler indica “con máxima vehemencia”(incluso se permitió “respirar” un tanto más entre ambos pasajes, repitiendo lo mismo entre los dos movimientos finales aun cuando los últimos compases del inmenso “adagietto” son continuados hasta que el corno abre el “rondó” final. Vuelvo a reiterar que si bien yo me inscribo en la línea de mayor homogeneidad y vehemencia, es interesante el enfoque que el conductor norteamericano adoptó, sin caer en convencionalismo alguno y de modo para nada rutinario. A partir del “Scherzo”, se puedo apreciar un “crescendo” en la versión merced al imponente “canto” orquestal que Nagano obtuvo por parte del conjunto. Aquí si puedo afirmar que el mensaje “mahleriano” llegó pleno al auditorio y si pudieron existir imprecisiones en algún sector como los metales, no hacen al fondo de la sustancia. El “adagietto” mostró a una cuerda sutil y riquísima que alcanzó picos de emotividad muy fuertes y el “Rondó finale” de cierre mostró, la vitalidad, la chispa y dejó claramente en evidencia el modo optimista con el que compositor cerró la obra. No debemos olvidar que en el proceso de gestación apareció el amor de su vida, Alma Schindler, y como bien decía el gran musicólogo español José Luís Pérez de Arteaga, la quinta transita el pasaje de la sombra a la luz y Nagano lo describió con creces. Con muy buen criterio no hubo bises, estuvo todo dicho.

Donato Decina

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