domingo, 13 de octubre de 2019




OTRO MUY BIENVENIDO AMBITO

“Conciertos Don Bosco”, Temporada N 24, año 2019. Presentación del Ensamble 4 40, Director y Violín: Ignacio Mandrafina. Solistas: César Tello (Organo , Continuo, Contratenor y Director Coral), Marisa Albano (Soprano), Roque Federico Santini Santoro (Organo), Sección Femenina del Coro de la Compañía “Clásica del Sur”. Programa: Obras de Albinoni, Vivaldi y Pergolesi. Basílica de San Carlos y María Auxiliadora, 13 de Octubre de 2019.

NUESTRA OPINION: MUY BUENO.

  “La Casona de Don Bosco” es una entidad que desarrolla sus actividades en la zona en la que las instituciones educativas y religiosas de la Orden Salesiana ejercen su acción principal en la C.A.B.A., con eje en la imponente Basílica de San Carlos y María Auxiliadora. Desde hace veinticuatro temporadas consecutivas produce el ciclo de conciertos “Don Bosco” y cuenta con coro propio actividades que hoy son dirigidas por el Mtro. Mariano Delli Quadri. Más allá de esto último, en sus programaciones se favorece la presentación de agrupaciones instrumentales y/o corales y solistas de valía. En este caso tuvo lugar la participación de Ntro. Bien conocido Ensamble 4 40 creado y dirigido por Ignacio Mandrafina, quién (como se recordará) también  está ligado al mundo Salesiano a través de su actividad docente en el Colegio Industrial Pío IX. Junto al conjunto instrumental se convocó a la sección femenina del Coro de la Compañía “Clásica del Sur” que creó y dirige Cesar Tello, quién además mostró una nueva faceta de su actividad artística asumiendo la participación vocal solista como contratenor, mientras que la joven soprano venezolana Marisa Albano (no confundir con la homónima argentina) asumió la restante.  Ntro. bien conocido Mtro. Roque Federico Santini Santoro completó la nómina de participantes actuando como organista en la obra de fondo.

  El programa estuvo dedicado a obras del período barroco, las que aun siendo abordadas con instrumentos modernos tuvieron por parte de Mandrafina “tempi” exacto, impecable ajuste orquestal y profundidad interpretativa. Es así que se inició con una muy sentida interpretación del célebre “Adagio” de Tomasso Albinoni en donde la agrupación desarrolló una impecable labor, respaldada por la actuación de César Tello en órgano, el que actuó en permanente apoyo del resto. Párrafo aparte para la muy buena intervención del primer violín Sergio Rodríguez con un solo de exquisita factura.

  En segundo término pudimos apreciar el Concierto para cuerdas en La mayor registro RV 158 de Antonio Vivaldi en donde a través de sus tres movimientos y asumiendo la posición de primer violín,  Mandrafina condujo con justeza y en total estilo al conjunto, respaldado una vez más por la labor de Tello, en este caso como continuo. En ambos casos el público, que de manera extraordinaria siguió con total silencio ambas versiones, premio con aplausos sostenidos a las mismas.

  Como obra de fondo se ofreció una muy digna versión del “Stabat Mater” de Giovanni Batista Pergolesi. Aquí la labor del Ensamble se vio respaldada por la labor en órgano de un verdadero cultor del género sacro como Roque Federico Santini Santoro, quien con una impecable interpretación se erigió en pilar fundamental de la misma. Grata sorpresa la constituyó la participación de la joven soprano venezolana Marisa Albano con una muy cuidada línea de canto, voz potente muy bien administrada y gratísimo timbre. Ojalá que pueda tenerse la oportunidad de volver a apreciarla en el futuro. Cesar Tello tuvo una muy digna participación solista como contratenor, administrando con prudencia la emisión, buena línea de canto e inteligencia para cumplimentarse con la joven colega. En su rol de preparador vocal, presentó a la sección femenina del coro de la Compañía “Clásica del Sur” muy bien ajustada alcanzando una muy correcta intervención. Mandrafina supo ensamblar a todos los elementos intervinientes, aun cuando por momentos una acústica que no ofrece el mejor retorno a los intérpretes conspiró a tal punto que no pudo apreciarse de modo claro la primera de las fugas de la obra, cosa que en cambio, afortunadamente, no ocurrió con la segunda. De todos modos el producto final fue muy valedero y el público supo reconocerlo. Párrafo aparte lo constituyó la presencia de un muy molesto camarógrafo que durante todo el concierto se paseó por la nave central de la Basílica, llegando incluso a entremezclarse entre los intérpretes, distrayendo al público y poniendo en riesgo la concentración de loa artistas, tema que la organización deberá tomar muy en cuenta a futuro.

La próxima fecha será el Domingo 17 de Noviembre con el “Réquiem” Kv 626 de Mozart, con la Orquesta Sinfónica de la Prefectura Naval y el Coro de la Universidad Nacional de La Matanza entre otros . Si bien la entrada es libre, se puede efectuar una contribución voluntaria para poder sostener todo este esfuerzo.

Donato Decina

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