OTRO MUY BIENVENIDO
AMBITO
“Conciertos
Don Bosco”, Temporada N 24, año 2019. Presentación del Ensamble 4 40, Director
y Violín: Ignacio Mandrafina. Solistas: César Tello (Organo , Continuo,
Contratenor y Director Coral), Marisa Albano (Soprano), Roque Federico Santini
Santoro (Organo), Sección Femenina del Coro de la Compañía “Clásica del Sur”.
Programa: Obras de Albinoni, Vivaldi y Pergolesi. Basílica de San Carlos y
María Auxiliadora, 13 de Octubre de 2019.
NUESTRA OPINION: MUY BUENO.
“La Casona de
Don Bosco” es una entidad que desarrolla sus actividades en la zona en la que
las instituciones educativas y religiosas de la Orden Salesiana ejercen su
acción principal en la C.A.B.A., con eje en la imponente Basílica de San Carlos
y María Auxiliadora. Desde hace veinticuatro temporadas consecutivas produce el
ciclo de conciertos “Don Bosco” y cuenta con coro propio actividades que hoy
son dirigidas por el Mtro. Mariano Delli Quadri. Más allá de esto último, en
sus programaciones se favorece la presentación de agrupaciones instrumentales
y/o corales y solistas de valía. En este caso tuvo lugar la participación de
Ntro. Bien conocido Ensamble 4 40 creado y dirigido por Ignacio Mandrafina, quién
(como se recordará) también está ligado
al mundo Salesiano a través de su actividad docente en el Colegio Industrial
Pío IX. Junto al conjunto instrumental se convocó a la sección femenina del
Coro de la Compañía “Clásica del Sur” que creó y dirige Cesar Tello, quién
además mostró una nueva faceta de su actividad artística asumiendo la
participación vocal solista como contratenor, mientras que la joven soprano
venezolana Marisa Albano (no confundir con la homónima argentina) asumió la
restante. Ntro. bien conocido Mtro.
Roque Federico Santini Santoro completó la nómina de participantes actuando
como organista en la obra de fondo.
El programa estuvo dedicado a obras del período
barroco, las que aun siendo abordadas con instrumentos modernos tuvieron por
parte de Mandrafina “tempi” exacto, impecable ajuste orquestal y profundidad
interpretativa. Es así que se inició con una muy sentida interpretación del
célebre “Adagio” de Tomasso Albinoni en donde la agrupación desarrolló una impecable
labor, respaldada por la actuación de César Tello en órgano, el que actuó en
permanente apoyo del resto. Párrafo aparte para la muy buena intervención del
primer violín Sergio Rodríguez con un solo de exquisita factura.
En segundo término pudimos apreciar el Concierto
para cuerdas en La mayor registro RV 158 de Antonio Vivaldi en donde a través de
sus tres movimientos y asumiendo la posición de primer violín, Mandrafina condujo con justeza y en total
estilo al conjunto, respaldado una vez más por la labor de Tello, en este caso
como continuo. En ambos casos el público, que de manera extraordinaria siguió
con total silencio ambas versiones, premio con aplausos sostenidos a las mismas.
Como obra de fondo se ofreció una muy digna
versión del “Stabat Mater” de Giovanni Batista Pergolesi. Aquí la labor del
Ensamble se vio respaldada por la labor en órgano de un verdadero cultor del
género sacro como Roque Federico Santini Santoro, quien con una impecable
interpretación se erigió en pilar fundamental de la misma. Grata sorpresa la constituyó
la participación de la joven soprano venezolana Marisa Albano con una muy
cuidada línea de canto, voz potente muy bien administrada y gratísimo timbre.
Ojalá que pueda tenerse la oportunidad de volver a apreciarla en el futuro.
Cesar Tello tuvo una muy digna participación solista como contratenor,
administrando con prudencia la emisión, buena línea de canto e inteligencia
para cumplimentarse con la joven colega. En su rol de preparador vocal,
presentó a la sección femenina del coro de la Compañía “Clásica del Sur” muy
bien ajustada alcanzando una muy correcta intervención. Mandrafina supo
ensamblar a todos los elementos intervinientes, aun cuando por momentos una
acústica que no ofrece el mejor retorno a los intérpretes conspiró a tal punto
que no pudo apreciarse de modo claro la primera de las fugas de la obra, cosa
que en cambio, afortunadamente, no ocurrió con la segunda. De todos modos el
producto final fue muy valedero y el público supo reconocerlo. Párrafo aparte
lo constituyó la presencia de un muy molesto camarógrafo que durante todo el
concierto se paseó por la nave central de la Basílica, llegando incluso a
entremezclarse entre los intérpretes, distrayendo al público y poniendo en
riesgo la concentración de loa artistas, tema que la organización deberá tomar
muy en cuenta a futuro.
La próxima
fecha será el Domingo 17 de Noviembre con el “Réquiem” Kv 626 de Mozart, con la
Orquesta Sinfónica de la Prefectura Naval y el Coro de la Universidad Nacional
de La Matanza entre otros . Si bien la entrada es libre, se puede efectuar una
contribución voluntaria para poder sostener todo este esfuerzo.
Donato Decina
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