Estupendo concierto de la Sinfónica Nacional Juvenil en el Palacio Sarmiento
CON SEMEJANTE JUVENTUD, EL FUTURO ESTÁ ASEGURADO
Martha CORA ELISEHT
Una de las principales características de la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil
“Libertador Gral. San Martín” es la calidad no sólo de sus integrantes, sino también, de
sus directores asistentes -todos, músicos jóvenes sumamente talentosos-. El prestigioso
organismo sinfónico que dirige el maestro Mario Benzecry cuenta con un gran plantel
de directores asistentes que demostraron su experiencia y maestría en un concierto que
tuvo lugar el pasado jueves 10 del corriente en el Auditorio Nacional del Palacio
Domingo Faustino Sarmiento, con la presencia de los siguientes solistas en el programa
que se detalla a continuación:
- Concierto n°3 para piano y orquesta en Do menor, Op.37- Ludwig van
BEETHOVEN (1770-1827)
Director: Fausto LEMOS
Solista: Franco PEDEMONTE
- “Camino a la peña” (Introducción y malambo para orquesta sinfónica) -
Cristian AXT
Director: Erik Luján BERMAN
- “Chi il bel sogno di Doretta» (LA RONDINE) - Giacomo PUCCCINI (1858-
1924)
- «Chacun le sait» (LA FILLE DU RÉGIMENT) - Gaetano DONIZETTI (1797-
1848)
Director. Erik Luján BERMAN
Solista. Micaela MUSTO (soprano)
- Sinfonía n°8 en Si menor, D.759 (“Inconclusa”)- Franz SCHUBERT (1797-
1828)
Directora: Lourdes SABECKIS
Ante la consabida ausencia de programas de mano, Lourdes Sabeckis actuó
como presentadora oficial del concierto para anunciar las obras comprendidas en el
programa y sus respectivos intérpretes. Posteriormente, el concertino Santiago Bravo
hizo su aparición sobre el escenario para brindar la tradicional afinación de instrumentos
antes de la entrada de Fausto Lemos y Franco Pedemonte, quienes ofrecieron una
magnífica versión del célebre Concierto n°3 para piano y orquesta en Do menor, op.37,
compuesto en 1800 y estrenado en el Theater an der Wien en 1803 con el compositor al
piano. Sus tres movimientos (Allegro con brio/ Largo/ Rondó. Allegro) fueron
ejecutados con suma precisión, tanto por parte del director como del solista. Fausto
Lemos sorprendió por su soberbia marcación y conducción, haciendo que la orquesta
sonara auténticamente beethoveniana, con muy buen ajuste, matices y dominio de
tempi. Y bien es conocida la impecable trayectoria de Franco Pedemonte como pianista,
logrando una interpretación muy sentida, precisa, con una perfecta resolución de
cadencias, pasajes, trinos y arpegios. Una versión perfecta, que fue intensamente
aplaudida luego de su interpretación, motivo por el cual Franco Pedemonte ofreció un
bis: la Romanza n°3, Op.30 de Mendelssohn, que sonó sumamente precisa y romántica
motivo por el cual se retiró luego de otra ovación de aplausos.
Compuesta en 2011 por encargo del director argentino Jorge Llhez para su
estreno con la orquesta del Valle del Cauca en Colombia, Camino a la peña se
transformó en la obra más conocida de Cristian Axt a nivel internacional. El compositor
y pianista argentino radicado en Viena la concibió como una Introducción y malambo
para orquesta sinfónica que narra el viaje de un joven gaucho que atraviesa el desierto
pampeano en una noche de luna llena para llegar a una peña folklórica que arde en el
horizonte. El trayecto pone a prueba su temple hasta que llega a destino, donde se
enfrenta a un duelo de malambo. Cuando queda agotado y la fiesta pareciera que llega a
su fin, otro gaucho revive el duelo y la fiesta prosigue hasta el amanecer. La
introducción a cargo del clarinete con trémolo en cuerdas estuvo muy bien lograda, al
igual que el malambo mediante una serie de contrapuntos en cuerdas, trombones -
especialmente, trombón bajo- y percusión, además de la cadencia a cargo de los metales
en contrapunto con las maderas (requinto y fagot) y cuerdas. La dirección de Erik Luján
Berman fue sumamente precisa, demostrando muy buena marcación y dominio de tempi
en el desarrollo armónico y tonal del malambo. La obra fue sumamente aplaudida y se
invitó a pasar al compositor a saludar al escenario.
Seguidamente, la soprano Micaela Musto hizo su presentación sobre el escenario
junto a Erik Luján Berman para interpretar dos famosas arias de ópera; Chi il bel sogno
di Doretta de LA RONDINE, de Puccini y Chacun le sait de LA FILLE DU RÉGIMENT
de Donizetti. Ganadora del Premio 25° aniversario de la Scala de San Telmo y
semifinalista del 1° Concurso Nacional de Cantantes Líricos Asociados de la República
Argentina (CLARA), se desempeña actualmente como integrante del Coro Polifónico
Provincial de Santa Fe. Posee una voz melódica y potente, que corre, con muy buen
dominio de los agudos y pianissimi, aunque no se la apreció tan bien en las notas graves
de la primera de las dos arias. Su dominio de la coloratura le permitió componer
perfectamente bien la segunda aria y se la apreció en toda su plenitud. El repertorio del
bel canto le sentó de perlas y quien estuvo muy bien fue el director, que ajustó la
orquesta para que la voz de la soprano se pueda lucir. Su desempeño se vio coronado
por numerosos aplausos y vítores.
Para culminar el presente concierto, se eligió la Sinfonía n°8 en Si menor D.759
(“Inconclusa”) de Schubert, bajo la dirección de Lourdes Sabeckis. El músico vienés la
compuso en 1822 para ser admitido como miembro honorario de la Musikverein für
Steiermark (Sociedad Musical de Estiria), bajo la presidencia de Anselm Hüttenbrenner,
amigo personal del compositor. Para finales de ese año, Schubert ya había escrito los
dos primeros movimientos -completamente orquestados- y el scherzo de un tercero (casi
terminado en una reducción para piano). Desgraciadamente, la obra quedó en un cajón y
no se encontró hasta muchos años después de la muerte de Schubert. Recién en 1860,
cuando Joseph Hüttenbrenner la encontró, la consideró un tesoro perdido y convenció al
director de orquesta Johann von Herbeck para que la interpretara. Su estreno se produjo
en 1865 y la partitura de los dos movimientos que la integran (Allegro moderato/
Andante con moto) no se publicó hasta 1867. Es una de las sinfonías más célebres en
toda la historia de la música y la interpretación de la Sinfónica Juvenil al frente de
Lourdes Sabeckis fue magistral, con muy buen dominio de matices, tempi y equilibrio
sonoro. Una de las mejores versiones que esta cronista escuchó por una orquesta
argentina en estos últimos tiempos, cuya interpretación se vio coronada por numerosos
aplausos.
Una de las principales características del presente concierto ha sido la sonoridad
de la orquesta, sumamente compacta y muy bien ajustada en todas las obras
comprendidas en el programa, desde el inicio hasta el final. Con semejante calidad de
intérpretes y tanto talento juvenil, el futuro está asegurado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario