viernes, 20 de mayo de 2022

 

Cierre del Festival KONEX a cargo del Buenos Aires Ballet

 

FINAL DE FIESTA CON ÓPERA Y DANZA

Martha CORA ELISEHT

 

Tras la postergación sufrida de la Gala de Ballet que habitualmente marca el cierre del Festival KONEX -prevista para el domingo 8 del corriente-, el pasado domingo 15 de este mes tuvo lugar dicho evento, denominado “GALA DE BALLET EN LA ÓPERA” en el Centro Cultural KONEX con la participación del Buenos Aires Ballet dirigido por el primer bailarín del Teatro Colón Federico Fernández, con coreografías de Emanuel Abruzzo y Federico Fernández sobre distintos fragmentos de óperas, que se detallan a continuación:

-          “LA FAVORITA”- Gaetano DONIZETTI (1797-1848)

-          Bacanal de “SANSÓN Y DALILA”- Camille SAINT- SAËNS (1835-1921)

-          Preludio de “TRISTÁN E ISOLDA”- Richard WAGNER (1813-1883)

-          “AÍDA”- Giuseppe VERDI (1813-1901)

-          “GUILLERMO TELL”- Gioacchino ROSSINI (1792-1868)

-          Habanera y fragmentos de “CARMEN”- Georges BIZET (1838-1875)

-          Danza de los siete velos de “SALOMÉ”- Richard STRAUSS (1864-1949)

-          “FAUSTO”- Charles GOUNOD (1818- 1893)

-          Encore final: Noche de Walpurgis de “FAUSTO”- Charles GOUNOD

Con excepción de GUILLERMO TELL, cuya coreografía fue de Federico Fernández sobre el original de August Bournonville, el resto fueron de Emanuel Abruzzo.  El elenco estuvo integrado por los siguientes bailarines: Ayelén Sánchez, Camila Bocca, Federico Fernández, Iara Fassi, Rocío Agüero, Lola Mujica Calvo, Milagros Niveyro, Nahuel Prozzi, David Juárez, Sebastián Bustos, Paulo Marcilio (integrantes del Ballet Estable del Teatro Colón) y Julieta Zabalza (bailarina invitada). La producción contó con la producción artística de Juan Lavanga, con asistencia en escenario de María Sol Matienzo y Emiliano Caffarelli, vestuario de Laura Sol Torresillas y sonido e iluminación de Sebastián Viola y Luis Casella Horn. Se empleó música grabada con algunos cortes para agilizar la función en virtud de las coreografías.

Tan solo con un simple tejido entrelazado como telón de fondo iluminado por diferentes colores se plamó la escenografía que permitió el lucimiento de los artistas en escena. El primer número estuvo a cargo de Federico Fernández y Camila Bocca, quienes derrocharon plasticidad, técnica, gracia y maestría escénica para interpretar con una coreografía sumamente clásica -realzada por el tutú negro y la clásica chaqueta con calzas- fragmentos de LA FAVORITA.  Ella es una de las primeras figuras del Ballet Estable del Colón y una de las habituales acompañantes de Fernández en las funciones del Buenos Aires Ballet. Seguidamente, la célebre Bacanal de SANSÓN Y DALILA fue interpretada por Rocío Agüero y Nahuel Prozzi, secundados por Iara Fassi/ David Juárez y Lola Mujica Calvo/ Sebastián Bustos. Las tras parejas deslumbraron con la sensualidad de sus movimientos, pero la pareja protagónica se llevó los laureles. Ella es una talentosa bailarina que se encuentra en pleno ascenso y que posee todo lo necesario para ser una étolie: gracilidad en sus movimientos, técnica y conectividad con su pareja. Por su parte, él es uno de los mejores bailarines de carácter que forma parte del cuerpo de baile del Colón y que supo acompañarla a la perfección en una coreografía destacada por las posturas eróticas para interpretarla -muy buen acierto de Emanuel Abruzzo-. Las parejas acompañantes también se destacaron,  tanto en su respectiva variación como en las escenas de conjunto. Seguidamente, se empleó una versión con cortes del Preludio al Acto 1| de TRISTÁN E ISOLDA, donde la pareja integrada por Milagros Niveyro y Paulo Marcilio protagonizaron más un desencuentro amoroso que la historia de un amor imposible signado por la tragedia. Dio la impresión que la coreografía de Abruzzo no condecía con el drama de Wagner, pese a que ambos son muy buenos en cuanto a técnica e interpretación. Lo mismo sucedió con AÍDA, donde Iara Fassi hizo su presentación en escena con los acordes de la marcha triunfal, para luego ser raptada por David Juárez y encontrarse como esclava en la corte del faraón con los acordes de la obertura de dicha ópera. No obstante, ambos también tuvieron una excelente actuación, aunque hubiera sido bueno ejecutar las famosas Danzas sinfónicas del 2° Acto.

Uno de los platos fuertes de la presente gala fue la actuación de Lola Mujica Calvo y Sebastián Bustos con música de GUILLERMO TELL de Rossini, donde encarnaron a una pareja de aldeanos en un juego de enamoramiento y seducción. Ella hizo gala de gracia y maestría, donde sus entrechats estuvieron perfectos, mientras que los de él fueron brillantes. Si a esto se le suma conexión, empatía y plasticidad, no hace falta decir nada más. Seguidamente, se usó una versión de la célebre Habanera -cantada por María Callas- para la presentación de Ayelén Sánchez en el rol protagónico, acompañada por Federico Fernández como Don José. El rol de la gitana implica un desafío para cualquier primera bailarina en cuanto a los requerimientos en materia de actuación. La coreografía empleada por Abruzzo tuvo todos los ingredientes necesarios para lograr el juego de seducción y la influencia que la protagonista ejerce sobre Don José, quien cae rendido a sus pies en la última escena. Ambos dieron cátedra de danza y actuación sobre el escenario. Pero lo mejor de la noche fue la interpretación de la Danza de los siete velos de SALOMÉ, donde una Julieta Zabalza ataviada en traje de odalisca tuvo una perfecta coordinación de movimientos, coincidentemente con los golpes de música. Bailó con el cuerpo, la mirada y su profusa cabellera mientras iba desplegando cada uno de los siete velos de esta célebre pieza. La coreografía incluyó elementos de danza árabe y oriental para hacer aún más atrayente la poderosa seducción que Salomé ejerce sobre el Tetrarca Herodes con el objetivo de obtener la cabeza de Jochanaan. Una perfecta demostración de talento y gracia sobre el escenario.

Como broche de oro, toda la compañía -ataviados en trajes de gala- bailaron diferentes fragmentos de FAUSTO, comenzando por el célebre vals del 2° Acto y siguiendo con otros números de la suite orquestal sobre dicha ópera para desarrollar una coreografía clásica, donde no faltaron los fouettes, developées, giros, solages y otros elementos para que todos y cada uno de los integrantes de la compañía se lucieran sobre el escenario en una magistral versión al compás de La Noche de Walpurgis. Y antes del saludo final, cada uno de los bailarines hizo una variación en le anunciado encore. Los aplausos y los vítores cundieron por doquier ante un auditorio prácticamente lleno.

Al terminar la función, tanto Luis Ovsejevich -presidente de la Fundación KONEX- como Juan Lavanga se hicieron presentes, pero hubo un invitado especial: el maestro Mario Galizzi -actual director del Ballet Estable del Colón-, quien se hizo presente como espectador y en apoyo a los integrantes de su compañía. Un gesto que vale la pena rescatar y tener en cuenta para cerrar una gala de ballet que a su vez, también marcó el cierre del Festival. Un gran esfuerzo que se repite todos los años gracias a los que apuestan al desarrollo y la difusión de la cultura.    

No hay comentarios:

Publicar un comentario